Un paseo en recuerdo de Don Miguel
"Nací en lo más lúgubre y sombrío de Bilbao: en la calle de la Ronda", dejó escrito Miguel de Unamuno. Fue el 29 de septiembre de 1864 y ayer, para conmemorar el 136º aniversario, el Ayuntamiento de Bilbao organizó un paseo que unió tres puntos del Casco Viejo fundamentales en la biografia del escritor: la plaza que lleva su nombre, cerca de su casa natal; la Plaza Nueva, donde contaba que "empezó a filosofar", y el Arenal, porque el escritor decía: "En Bilbao, a cualquier sitio que se vaya o de cualquier sitio que se venga, siempre daremos en el Arenal"."Nací en lo más lúgubre y sombrío de Bilbao", se oyó ayer en el punto de partida del paseo de homenaje en la voz del rector de la UPV, Manuel Montero. El rector, en recuerdo a la dedicación del autor a la docencia universitaria, comenzó la lectura de fragmentos de la obra unamuniana relacionados con su villa natal. Siguieron más tarde la profesora Sabina de la Cruz; el portavoz socialista en el Ayuntamiento de Bilbao, Dimas Sañudo; el presidente de la sociedad El Sitio, José Manuel Azkona, y el concejal popular Antonio Basagoiti.
Apenas una veintena de personas encontraron sitio en la pequeña carpa instalada en la plaza de Unamuno para cobijar a los participantes en el homenaje. Fuera, la lluvia acabó por espantar a los pocos curiosos que se acercaron a escuchar los escritos de Unamuno.
En la Plaza Nueva y el Arenal otras dos carpas similares, como pequeñas jaimas, fueron el escenario de un homenaje que pasó desapercibido. El público que escuchó también al concejal de ICV Andoni Rekagorri, al periodista Germán Yanke o a Ángel Ortiz-Alfau, el presidente de la Asociación de Amigos de Unamuno y el más entusiasta de los admiradores del escritor, estuvo compuesto únicamente por invitados y periodistas.
Desde el área de Cultura municipal se propuso un paseo para el Día de Unamuno. Querían algo diferente a la lectura de Paz en la guerra que se organizó el año pasado en la biblioteca de Bidebarrieta: sacar a la calle sus escritos. Pero casi ninguno de los lectores de ayer siguió al completó la ruta unamuniana. Los políticos abandonaron a la primera o llegaron justo al punto donde debían intervenir, como hicieron la concejal de Izquierda Unida Julia Madrazo, y el alcalde, Iñaki Azkuna.
Entre quienes unieron a pie los tres puntos del Casco Viejo, estuvieron el nieto del escritor Miguel de Unamuno Adarraga, y Ramón Buckley, profesor de la Universidad de Siracusa, en Nueva York. Desde su departamento de Español observa cómo Unamuno gana con el paso del tiempo. "Se ha convertido en una figura clave", afirmó Buckley. "Reivindico su papel en el cambio de siglo: es el gran pensador español del siglo XX, junto a José Ortega".
La despedida fue triunfal. El último en leer a Unamuno fue el alcalde, quien, entre otros textos, eligió los célebres versos "hermanos somos todos los humanos, el mundo entero es un Bilbao más grande".
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