Israel teme que los radicales islámicos creen un nuevo Líbano en la franja de Gaza
"Hay un proceso de libanización en Gaza", afirmó el general de brigada israelí Yair Naveh, responsable de las fuerzas de la zona, tras valorar los últimos incidentes, que incluyen la explosión de tres bombas con material de alta tecnología y a distancia en los dos últimos días, lo que ha provocado, entre otros daños, la muerte de un soldado cuando custodiaba a un grupo de colonos que viajaban hacia el asentamiento de Netzarim. Los métodos de lucha de la guerrilla de Hezbolá son vistos por los islamistas como la clave de la derrota y retirada de los soldados israelíes en mayo.
Los militares israelíes, a tenor de esta escalada, han reforzado la seguridad de sus tropas y de la comunidad de colonos judíos -7.000 en 18 asentamientos-. Han dedicado a ello millones de dólares y establecido en algunos casos una red de carreteras de uso exclusivo de los judíos, a los que en muchas ocasiones prefieren trasladar en helicópteros o en los coches Mercedes blindados que anteriormente se habían utilizado en el sur de Líbano.Los servicios secretos israelíes aseguran que detrás de estos últimos atentados de Gaza, y en especial de los efectuados en las cercanías del asentamiento de Netzarim, se encuentran fuerzas disciplinadas y muy preparadas, presumiblemente antiguos miembros de los cuerpos policiales de Yasir Arafat que habrían desertado de sus unidades para integrarse plenamente en la guerrilla.
Las conjeturas de los servicios secretos israelíes se basan en los resultados de las investigaciones efectuadas sobre tres explosiones ocurridas el pasado año, que condujeron en todos los casos a ex miembros de la policía palestina. Algunos de ellos fueron arrestados y acabaron confesando que habían decidido "hacer la guerra contra Israel por su cuenta" y sumarse a una hipotética campaña que tiene como lema "liberar Jerusalén", según afirmaban ayer los periódicos Yediot Ahronot y Jerusalen Post.
Con todos estos datos en la mano, el primer ministro, Ehud Barak, reiteró ayer a Yasir Arafat, en una conversación telefónica, una vieja reivindicación: la lucha contra el terrorismo. Un portavoz militar israelí se mostraba, sin embargo, mucho más contundente y acusaba a la Autoridad Palestina de "no hacer bastante para impedir ciertos atentados, y en otros casos, de incitar a la violencia".
Las fuerzas de seguridad israelíes, que ayer prohibieron como represalia la entrada en la franja de Gaza de unos alternadores eléctricos imprescindibles para el suministro público, son conscientes de que la situación les empieza a ser adversa y de que no hay suficiente con cambiar de estrategia; se contempla así, de forma clara, la posibilidad de una retirada total de la zona y un desmantelamiento de los asentamientos, que sólo se llevará a término si se firma previamente un acuerdo de paz con los palestinos, según aseguraba ayer un portavoz del Gobierno israelí.
El ex jefe de Estado Mayor y actual ministro de Turismo en Israel, Amón Lipkin Shahak, reiteró ayer por la radio de Jerusalén que "los asentamientos judíos de Gaza deberán ser evacuados cuando se firme un tratado". .
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