Tierra de dinosaurios
Hace más de 230 millones de años, en el Triásico superior, unos monstruos que ahora son los reyes del mundo del cine poblaban una tierra que, con el paso del tiempo, se ha llamado Jaén. Sí, ese territorio poblado de olivos por sus cuatro costados fue algún día escenario de una vida real habitada por otros seres extraños, la que ahora recrea Steven Spielberg en sus películas.Dos municipios de Jaén, Cambil y Santisteban del Puerto, han decidido que las huellas de dinosaurios que aparecieron hace algunos años en sus aledaños no podían permanecer ocultas por más tiempo. Animados por las nuevas tendencias que se mueven alrededor del turismo rural, los ayuntamientos de los dos municipios han decidido rentabilizar turística y culturalmente estos yacimientos, que han servido para enmarcar en la modernidad a los innumerables restos de la época ibérica que se extienden por la geografía jiennense.
En Cambil, un pequeño municipio de la comarca de Sierra Mágina, su Ayuntamiento ha abierto en los bajos del edificio municipal un modesto museo con los restos de las ocho huellas descubiertas en un paraje de las afueras y que corresponden, según los estudios icnológicos de los investigadores, a un reptil cuadrúpedo con patas pentadáctiles (cinco dedos) de la familia de los dinosaurios, aunque con el nombre científico de brachychiroterium.
Según el profesor Alberto Pérez López, que fue quien descubrió estas huellas, éstas se preservaron en areniscas aunque moldeadas de forma laminada, es decir, que el vertebrado pisó sobre un sedimento blando limoso. La huella fue rellenándose de cantos blandos y arena hasta que quedó enterrada totalmente, sin ser deformada por las corrientes fluviales.
Algunas de esas huellas tienen en su reborde interior unas líneas, a modo de estrías, que señalan el sentido de movimiento del pie al desplazarse hacia el exterior. Todo ello le lleva a concluir al profesor Pérez López que el medio donde pisó el vertebrado era húmedo, pero subaéreo, unas condiciones que se dan preferentemente en zonas litorales o en las cercanías de los cauces de los ríos.
El museo abierto por el Ayuntamiento es todavía modesto, aunque mantiene una reproducción fiel de las huellas -se exponen en relieve- y ofrece a los visitantes una perfecta información a través de la proyección de un vídeo. Sin embargo, el alcalde de este pueblo, Manuel Ángel López, quiere ser más ambicioso y, por eso, ha pedido a la Junta de Andalucía ayuda económica para financiar la construcción de un centro paleontológico mucho más dotado. "De lo que se trata", dice el alcalde, "es de atraer turismo y poner en activo un yacimiento que despierta la curiosidad, y también la incredulidad, de vecinos y visitantes del pueblo".
La prueba más evidente de ello fue el éxito que el museo ha tenido durante su apertura oficiosa en las recientes fiestas del pueblo. "En Cambil, la bomba del verano han sido los dinosaurios", bromea su alcalde.
En la otra esquina de la provincia, en Santisteban del Puerto, en la comarca de El Condado, se localizaron también 24 huellas de otro reptil de la familia de los arcosaurios, aunque en este caso se trata de un vertebrado bípedo.
La investigación posterior ha revelado que la disposición de las huellas, casi todas agrupadas en una misma dirección, hace pensar que se trata de un grupo de vertebrados que andaban agrupados en terrenos encharcados de la llanura, inundados por un sistema fluvial.
El Ayuntamiento de Santisteban ha colocado en la carretera de acceso al pueblo una escultura de 1.800 kilos que simboliza estos hallazgos y que sorprende al viajero que pasa por vez primera por esta vía comarcal.
Ahora, la intención de la Delegación de Cultura en Jaén es la de establecer una ruta, la ruta del dinosaurio, que se convierta en un nuevo revulsivo turístico para la provincia. Y es que, los entendidos sospechan que las huellas de estos reptiles extraños podrían aparecer en otros municipios de Jaén.
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