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Armesto se despide como presidente de la CNMV con críticas a Villalonga

El presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Juan Fernández-Armesto, se despidió ayer del cargo tras cuatro años de mandato. Aprovechó para ello su presencia en la Comisión de Economía del Congreso, donde explicó la actuación del organismo en la investigación al ex presidente de Telefónica Juan Villalonga por supuesto uso de información privilegiada para operar con opciones sobre acciones en el año 1998. Tras su exposición, Fernández-Armesto afirmó: "Ésta es mi última comparecencia como presidente de la CNMV".El responsable del órgano supervisor, cuyo mandato concluye en los primeros días de octubre próximo, recordó que la CNMV investigó a Villalonga en 1998 sin encontrar indicios de delito alguno en su actuación y se atribuyó toda la responsabilidad del reinicio del expediente informativo el pasado mes de junio. "La decisión del 16 de junio fue mía y sólo mía", afirmó en un intento de defender la independencia de la Comisión respecto a las acusaciones sobre su dependencia del Gobierno en este caso.

Con todo, Fernández-Armesto señaló que la actuación del ex presidente de Telefónica no se ajusta a las "buenas prácticas" de transparencia en el mercado de valores. Explicó que el ex presidente de Telefónica le había consultado en enero de 1998 sobre la conveniencia de comunicar al mercado la compra de opciones de la propia compañía que presidía y que, contrariamente, a la recomendación del supervisor, decidió no hacerlo. "Las recomendaciones de un supervisor son para seguirlas. Otros presidentes de otras empresas preguntaron sobre la cuestión y siguieron la recomendación", afirmó.

Se refirió también al comportamiento no ajustado a las "buenas prácticas" del mercado de uno de los consejeros de Telefónica, Alberto Cortina, que, como Villalonga, realizó operaciones con opciones en 1998. Ambos deshicieron esas operaciones en febrero de 1998 después de que la CNMV les recomendara ponerlas en conocimiento del mercado. Con la operación, Villalonga, que dejó Telefónica en julio pasado, sólo unos días antes de que se cerrara la segunda investigación, ganó 21 millones en 14 días.

Denuncia anónima

El aún responsable del órgano supervisor hizo una narración cronológica y exhaustiva de los pasos que dio la CNMV en la investigación a Villalonga e incluso aportó un dato nuevo: "En septiembre de 1998, varios funcionarios involucrados en la investigación recibieron una carta anónima, con membrete de Argentaria [miembro del núcleo estable de accionistas de Telefónica], en el que se denunciaban presuntas irregularidades en las operaciones del presidente y el consejero de Telefónica".Fernández-Armesto justificó la reapertura de la investigación en la necesidad del supervisor de actuar de forma "diligente, profesional e independiente", ante la difusión de datos sobre las operaciones realizadas por Villalonga en 1998. Frente a las acusaciones lanzadas desde los bancos de la oposición sobre posibles acuerdos entre el Gobierno y el ex presidente de Telefónica para que la Comisión cerrara el expediente sin cargos tras la renuncia de Villalonga al puesto, Fernández-Armesto aseguró: "No sé nada de acuerdos, ni de ajustes de cuentas, ni montajes".

Cerró su intervención pidiendo una "reflexión profunda" sobre el funcionamiento del mercado de valores en España y una mejora de la legislación en materia de información privilegiada. Pese a sus argumentaciones, el portavoz del PSOE, Ángel Martínez Sanjuán, señaló que "lo peor del asunto ha sido la pérdida de credibilidad de la CNMV" por la tardanza de su presidente en comparecer ante el Parlamento.

Fernández-Armesto recordó que él mismo había pedido la comparecencia antes del verano. Ésta no se produjo por la negativa del PP a agilizar el trámite.

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