El rector Romero destaca la libertad académica como el recurso de mayor rentabilidad social

La inauguración del curso académico en la Universidad Jaume I (UJI) de Castellón estuvo plagada ayer del recuerdo de hace diez años, cuando se aprobó la ley de creación de la institución castellonense. Siete de los catorce honoris causa que durante este tiempo han sido nombrados presidieron el acto, que, en nombre de todos ellos, contó con la lección inaugural de Germà Colom. El rector, Fernando Romero, llamó a la Universidad a conservar los rasgos que la caracterizan, entre los que destacó "la libertad académica como uno de los recursos de mayor rentabilidad social".

"Permitidme que haga un llamamiento esperanzado a la capacidad de las personas y al liderazgo de las instituciones para superar situaciones de la única forma que nos permite avanzar, es decir, encontrando salidas dignas y respetuosas desde el consenso amplio y la voluntad de superación", subrayó el rector. Romero pedía así el desbloqueo de aquellos temas claves para la universidad y que, en estos momentos, se encuentran paralizados. El catálogo de titulaciones, la promoción y estabilización del profesorado, el papel de las universidades en los programas de investigación, desarrollo tecnológico e innovación y el despegue de la financiación por objetivos fueron los "temas trascendentales", que "por diversas causas siempre quedan pendientes", dijo.En cuanto a la agenda, el rector de la Jaume I se refirió al actual debate sobre la reforma de la LRU y la política de Ciencia y Tecnología que, según Romero, son dos aspectos en los que los profesores deberían ser "llamados a opinar y a tomar parte de las decisiones sobre el futuro de estos y de la misma universidad". También realizó una llamada al poder legislativo y ejecutivo para pedir soluciones de manera que "la universidad no se vea excluida" y pueda desempeñar un "papel fundamental".

Si el rector nombró la libertad académica como un recurso fundamental, el consejero de Educación, Manuel Tarancón, que presidió la inauguración del curso académico, mencionó la "excelencia académica" como el requisito "irrenunciable que requiere el progreso y la mejora de nuestra sociedad". Tarancón trató, fundamentalmente dos temas: la financiación y las titulaciones.

Sobre el primero, anunció la inmediata puesta en marcha de la Oficina de Evaluación de la Calidad para el control y análisis de la calidad de la enseñanza universitaria. Esta evaluación, según precisó, redundará en el capítulo de la financiación por objetivos. Respecto a las titulaciones, Tarancón optó por la cautela y apeló sólo a la necesidad de una "ponderada planificación que asegure la adecuación de la oferta a la demanda real", para lo cual pidió "corresponsabilidad" a las universidades.