El nuevo reglamento del Congreso arrincona a los tránsfugas

El transfuguismo político será severamente castigado. El nuevo reglamento del Congreso introduce por primera vez en España la figura del "diputado no inscrito", que impedirá al parlamentario que cambie de filas su ingreso en el Grupo Mixto y, en consecuencia, percibir los beneficios políticos y económicos que implica la pertenencia a un grupo, informan fuentes del Congreso. Ésta es una de las novedades del borrador que preparan los altos cargos y portavoces para cambiar las reglas del juego vigentes desde hace más de 20 años, cuando se crearon las primeras Cortes constitucionales.

La reforma, que cuenta con un alto grado de consenso, regula también el ritmo de los debates en el hemiciclo para que resulten más ágiles a los parlamentarios y los ciudadanos que deseen seguirlos por televisión, al limitar a dos grupos el primer debate general de las interpelaciones. Un mayor control al Gobierno, la creación de una Oficina Presupuestaria para que los diputados puedan vigilar las fases del gasto público, más facilidades para constituir comisiones de investigación -bastará con que las soliciten dos grupos, aunque sean minoritarios- y fuertes sanciones y multas para los diputados que acumulen ausencias o denoten escasa dedicación completan las líneas maestras de la reforma.Se trata de un proyecto que ya intentó sacar adelante sin éxito el anterior presidente del Congreso, Federico Trillo, y que constituye una prioridad para la actual presidenta, Luisa Fernanda Rudi.

Largas semanas de negociaciones, y dos fines de semana intensivos en los parques de Ordesa (Huesca) y el Monasterio de Piedra (Zaragoza) han perfilado el borrador. Los veinte parlamentarios que participan en la reforma están de acuerdo en restringir al máximo la actividad de los tránsfugas, mediante su calificación de "diputados no inscritos". Significa que dispondrán de voz y voto, pero su relevancia en el hemiciclo queda bajo mínimos: ningún cargo que dependa del grupo del que se fugó -lo que les cierra el paso al reparto de retribuciones internas-; ninguna iniciativa parlamentaria real, ya que éste es un derecho condicionado en la práctica por los cupos asignados a los grupos. Una de las ponentes, la vicepresidenta del Congreso, Amparo Rubiales, añade que la imposibilidad de pasar al Grupo Mixto evitará la tentación del soborno.

Su vigencia, en cualquier caso, habría alterado las importantes correlaciones de fuerzas que cambiaron mayorías parlamentarias. Las migraciones de los diputados de Unión de Centro Democrático al PP y al PSOE, o la más reciente de los diputados de Nueva Izquierda desde IU al Grupo Mixto han sido las más sonadas. El consenso se extiende también a la regulación de las pensiones para los ex diputados, así como a la búsqueda de una fórmula jurídica que permita votar a aquellos parlamentarios en baja por maternidad o paternidad.