A favor de una intervención concertada para socorrer al euro
Debilidad
Michael Mussa, economista jefe del FMI, quiso hacer ayer una piedad a favor del euro y durante la conferencia de prensa en la que presentó el informe de Perspectivas Económicas de la institución pidió públicamente una intervención concertada de Estados Unidos, Japón, y el Banco Central Europeo (BCE) para socorrer a la moneda. "Si no es ahora, ¿cuándo se va producir la intervención oficial del euro?", se preguntó Mussa, antes de añadir, para mayor evidencia de los países del euro, todos ellos socios-propietarios del FMI y del Banco Mundial, que la situación de la moneda era "embarazosa, pero ahora comienza a ser una fuente de preocupación".
El economista jefe del FMI explicó las razones por las que, en su opinión, el euro se ha hundido casi un 27% desde su nacimiento frente al dólar. Primero, Europa ha tenido un crecimiento más débil que Estados Unidos. Segundo, y fiel al espíritu que anima siempre las reflexiones del FMI, la Unión Europea no ha sabido o no ha querido realizar las profundas reformas estructurales que necesita, aunque las recientes reformas fiscales en Alemania y Francia son un buen paso.
Para rematar, ironizó Mussa, el mercado, que siempre se mostró "maniático-depresivo" con el dólar, ahora se ha vuelto simplemente "maniático", lo que ha fortalecido a la divisa estadounidense.
Ayer el euro prosiguió bajo mínimos, y aunque el BCE mejoró muy levemente el cambio oficial con respecto al lunes (0,8541 frente a 0,8526), en los mercados la divisa europea traspasó la barrera de los 85 centavos de dólar. A media tarde, la moneda europea cambiaba a 0,8480 dólares (1,792 euros por dólar) y la divisa estadounidense valía 196,14 pesetas, muy cerca ya de las 200. La nueva caída del euro respondería a la previsión de que Dinamarca pueda rechazar el euro en el referéndum previsto para el próximo 28 de septiembre. En la subasta semanal que celebra el BCE, la autoridad monetaria de la zona euro fijó el tipo de interés marginal en el 4,56%, 0,02 puntos por debajo de la pasada semana. Según los analistas, este leve descenso apunta, aunque de forma muy incipiente, a que los mercados apuestan ahora por una subida de tipos de interés en la zona euro de un cuarto de punto en lo que queda de año, en lugar del medio punto antes previsto.
