La demanda de las universitarias supera la oferta de los cursos que enseñan a buscar empleo

La demanda de plazas para acceder a los cursos que enseñan a las universitarias a buscar un puesto de trabajo supera ya la oferta que los centros andaluces ofrecen en este curso académico a las alumnas o licenciadas que quieran introducirse en el mercado laboral. En la comunidad andaluza se ofrecen 520 plazas. Sin embargo, ya hay solicitudes de sobra para ocupar alguna de ellas en las distintas Unidades de Orientación de Empleo para Universitarias, un proyecto que sustituye a Univertecna, desarrollado durante los dos últimos cursos académicos.

El proyecto de enseñar desde un aula a encontrar trabajo se dirige únicamente a mujeres, está incluido en el marco comunitario y se desarrolla a través de un convenio entre las diferentes universidades y el Instituto Andaluz de la Mujer. Excepto en Málaga, donde no se ha iniciado aún la difusión del programa, en el resto de centros universitarios andaluces ya se están recibiendo solicitudes de universitarias que comenzarán su aprendizaje entre los meses de octubre y enero, para acabar de forma conjunta en todos los centros en junio.En estos momentos, aún está abierto el plazo para solicitar una de las plazas que dará opción a aprender idiomas, informática, a redactar un currículo, a presentarse a una entrevista de trabajo, a dirigir a un equipo de profesionales o a tomar decisiones. Las universidades de cada provincia cuentan con un total de 60 plazas en cada una de ellas para este curso, aunque en el caso de Granada y Sevilla se ha ampliado hasta 100, según ha explicado la coordinadora del programa, Margarita Jiménez. Jaén y Cádiz, con 150 y 133 peticiones respectivamente, son las universidades que tienen en estos momentos una mayor demanda de estudiantes interesadas en formar parte de estas unidades formativas en las que se mezclarán alumnas procedentes de distintas facultades.

Las Unidades de Orientación de Empleo para Universitarias dividen los cursos en dos grupos. Por un lado se ocuparán de las alumnas de carreras técnicas y experimentales, hacia las que van dirigidos fundamentalmente los cursos, y por otro se reunirán el resto de carreras en un periodo formativo que durará seis meses.

"Queremos orientar a las tituladas y a las estudiantes de los últimos años de carrera para que aumenten sus posibilidades de acceso al mercado laboral", explicó Eva Sotomayor, coordinadora del programa en la Universidad de Jaén.

Las universitarias que inicien este curso realizarán una investigación sobre el mercado laboral en el área de sus estudios y la centrarán en sus propias opciones personales, de forma que tengan una visión de todas las alternativas posibles de acceso al trabajo. Asistirán a clases presenciales en las que se incidirá en aumentar su nivel de competitividad. "Tenemos que resaltarles a las mujeres que deben tener en mente acceder a puestos de dirección. No pueden quedarse sólo en pretender ocupar los puestos medios", resaltó Sotomayor.

Las alumnas procedentes de carreras técnicas y experimentales contarán con un aliciente más: podrán viajar un mes a un país de la Unión Europea para conocer cómo se trabaja en una empresa de su rama de actividad, para aprender a investigar y para conocer los últimos avances tecnológicos. Además, dispondrán de tres meses de prácticas en una empresa. Los cursos los impartirán los coordinadores de los programas en cada una de las universidades andaluzas, que contarán con el apoyo de profesores de los distintos departamentos universitarios para las clases más especializadas.

Una vez que se recojan todas las solicitudes de las aspirantes se procederá a la selección de las alumnas. Cada universidad se reserva 20 plazas para estudiantes de carreras técnicas, que comenzarán el curso el próximo mes de octubre.

El único requisito que se precisa para participar en este programa es ser titulada universitaria o estar matriculada los últimos cursos y tener plena disponibilidad horaria, ya que las clases de la Unidad se reparten en horario de mañana o tarde para adaptarse a la disponibilidad de los profesores, sobre todo en las materias relacionadas con idiomas e informática. "Además hay sesiones presenciales y se requiere tiempo para poder hacer los trabajos de investigación que se irán planteando", explicó Sotomayor. A esto se une la disposición para viajar dentro de la UE, una opción que no podrán disfrutar todas las aspirantes, ya que se valorará el conocimiento de una segunda lengua y la opción profesional de cada una de las alumnas.