Protestas en Sant Pere Pescador tras la muerte de un temporero magrebí
El cadáver de Lazizi Mohamed, recolector de manzanas marroquí de 40 años, fue encontrado el sábado por la tarde con la cabeza sumergida en las aguas pútridas de una acequia cercana a la playa de L'Àmfora, en Sant Pere Pescador (Alt Empordà). Su cuerpo no presentaba rastros de violencia pero el suceso ha alterado a la comunidad magrebí de la población y ha levantado suspicacias sobre la actuación de los Mossos d'Esquadra.
Pocas horas antes de su muerte, una patrulla de la policía autonómica echó al temporero de un local en el que causaba molestias a causa de su embriaguez. El caso ha servido también para que los inmigrantes denuncien graves problemas de vivienda. Algunos temporeros aseguraron ayer que la policía acostumbra a dejar en un lugar aislado de la extensa playa de Sant Pere Pescador a los inmigrantes borrachos que alborotan. Según fuentes de la oficina de portavoz de los Mossos d'Esquadra, los agentes hallaron a Mohamed, la madrugada del pasado viernes 8 de septiembre, tendido y borracho ante el local que había requerido su presencia. Según la versión policial, los policías intentaron "despabilarlo" y después accedieron a su petición de dejarlo solo para volver a casa. A pesar de que su bicicleta quedó abandonada durante todo este tiempo en una zona de locales nocturnos junto a la playa y de que su desaparición era comentada por todo el pueblo, tuvieron que ser los propios inmigrantes quienes organizaran una batida para encontrarlo.Incluso los propios inmigrantes admiten que la víctima, apodada "el turista", era un bebedor habitual muy conocido en el pueblo, en el que vivía desde hace más de 10 años. Pese a ello, un centenar de magrebíes se manifestaron el domingo por la tarde en la población y ayer hicieron una sentada ante el Ayuntamiento para reclamar una reunión con el alcalde, Florenci Bosch. Éste atendió a una representación de los manifestantes durante una hora. Les pidió que no calificasen de asesinato la muerte de Lazizi Mohamed si no tenían pruebas y trató de convencerlos de que sus suspicacias hacia los Mossos no tenían fundamento.
Durante la conversación, Bosch admitió que este año el pueblo no ha podido alojar ni dar trabajo a todos los temporeros. "Hay poca manzana y mucha gente". Algunos temporeros que no han encontrado trabajo en el pueblo han tenido que ocupar casas ruinosas o incluso dormir bajo los árboles.

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