Se rajaron las figuritas
Van por los caminos de la fiesta con ínfulas de figuras y sacando pecho y cuando la autoridad, por una vez, se pone en su sitio y rechaza el ganado birria e impresentable con el que, un día sí y otro también, suelen tomar el pelo a los aficionados y al público, agarran un cabreo y se rajan, cayéndose del cartel.Para esta corrida se habían preparado seis toros de Jandilla, de los que tres fueron rechazados por los veterinarios en el reconocimiento previo y aunque se trajeron toros de otras ganaderías, que fueron declarados aptos para la lidia, Enrique Martín Arranz, apoderado de Joselito y José Tomás -diestros que, junto a Miguel Abellán, componían el cartel del festejo- , optó por retirar a sus toreros, después de intentar, con sus presiones, que presidente y veterinarios cambiaran su criterio. Consumada la espantá de Joselito y Tomás, el apoderado de Miguel Abellán se hizo solidario de la fuga y el torero se cayó también del cartel.
Jandilla / Frascuelo, Vázquez, Renco
Toros de Jandilla (tres fueron rechazados en el reconocimiento), terciados, con problemas. 3º, manso. 4º, de Martelilla, aceptable, boyante. 5º y 6º, de Hermanos Tornay, de escaso trapío, manejable y pastueño, respectivamente.Frascuelo: media y dos descabellos (vuelta); estocada tendida (oreja). Javier Vázquez: estocada caída (aplausos y saludos); estocada (oreja). El Renco: estocada ladeada y descabello (aplausos y saludos); estocada (dos orejas); salió a hombros por la puerta grande. Plaza de Guadalajara, 17 de septiembre. 5ª y última corrida de feria. Cerca del lleno.
Con esta decisión, además de haber dejado al público de Guadalajara con la boca abierta por la defraudación, importándole un pimiento hundir la expectación que había por ver a sus toreros, los ha cubierto de ignominia, al colocarles el sambenito de matadores caguetas, incapaces de enfrentarse a toros de otras ganaderías. Toros que, como luego se demostró, no se comieron a nadie, resultaron ser los mejores de la corrida y fueron desorejados por los tres compañeros que fueron cazados a lazo a última hora para cubrir el hueco de su vergonzosa ausencia.
El público, que casi llenó la plaza a pesar de que se fueron las figuritas, no echó de menos a los fugados. Y lo pasó de maravilla con la actuación de los espadas frente a las reses que sustituyeron a las rechazadas.
Frascuelo le hizo al cuarto una faena sobre la mano derecha en la que hubo clasicismo y torería. Destacaron, sobre todo, dos derechazos muy mecidos, con aroma de Rafael de Paula. Al primero, que era áspero y protestón, lo llevó con mando por el pitón izquierdo.
Con un segundo toro distraído que cabeceó, gazapeó y escarbó , Javier Vázquez empezó despegado y desconfiado y terminó dominando las brusquedades del bicho. El quinto tardeaba y cuando tomaba el engaño le ponía los pitones en la cara. Vázquez le sacó una aceptable faena, exclusivamente por el pitón izquierdo.
El Renco ha sido el triunfador de la feria. Su faena al excelente sexto, que inició con un péndulo en los medios, le quedó muy valiente y ligada.
¡Lo que se perdieron los tres que se rajaron!
Babelia
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