Concentración silenciosa en recuerdo del marroquí asesinado en la calle de Aribau

Unas 50 personas, la mayoría de origen marroquí, se concentraron ayer junto al Arco del Triunfo de Barcelona para participar en un acto de homenaje al español de origen marroquí Hamid Saada, de 37 años, asesinado de un tiro en la cabeza el pasado día 10 en la calle de Aribau por un joven que está en prisión. La viuda, Anna Rigol, tomó la palabra unos segundos para reclamar justicia. "Como dice el islam, Dios nos da la vida y Dios nos la quita, pero a mi marido se la ha quitado un hombre. Y el que mata, debe ser ajusticiado", dijo entre sollozos.También intervino Juan Antonio del Moral, abogado de la familia y cónsul de Gambia en Barcelona. "Si hay muertes inútiles, ésta es una más", aseguró. Los concentrados guardaron después un minuto de silencio y realizaron una plegaria, antes de dar por acabado el acto. Una mujer que participaba en la concentración -Josefina Pérez, de profesión visitadora médica- pidió entonces intervenir y afirmó que se sentía avergonzada de ser catalana porque ha pedido a diversas instituciones "que ayuden a la ayuden a la viuda y nadie ha hecho nada".

El único representante de un organismo oficial que acudió al acto fue Enric Bartlett, adjunto al Síndic de Greuges, quien aseguró que había ido por solidaridad con la familia y permaneció siempre en segundo plano. El abogado Del Moral explicó que varios sindicatos y entidades se habían adherido al homenaje previsto y habían anunciado que participarían. "Pero les dijimos que no queríamos politizarlo, que no habría pancarta, y han optado finalmente por no acudir".

Mientras tanto, la familia sigue a la espera, ocho días después de la muerte, de recoger el dinero necesario para repatriar el cadáver. La única ayuda oficial recibida hasta ahora procede de la Embajada de Marruecos, que ha pagado el féretro. La familia facilitó ayer una cuenta, 2042-0104-91-30000122652 de la Caixa Laietana, para las personas que deseen hacer donaciones.