Berlusconi propone recortar impuestos y descentralizar Italia como proyecto electoral

El líder de centro-derecha italiano Silvio Berlusconi dio ayer el pistoletazo de salida a la campaña electoral publicando un amplio y pormenorizado programa de gobierno que se propone acometer si, como anuncian los sondeos, consigue conquistar nuevamente el Palazzo Chigi en las elecciones legislativas previstas para la primavera. Berlusconi propone una reducción drástica de impuestos, que serán además simplificados, y la descentralización del país con la transferencia a las regiones de las competencias en sanidad, educación y orden público.

Junto a ambas cuestiones, el líder de la Casa de la Libertad (el antiguo Polo más la Liga Norte) anuncia al electorado una serie de medidas para estimular la recuperación económica: contratos de trabajo "libres", apoyo a la nueva economía, incentivaciones fiscales para los que opten por las pensiones privadas y un paquete de iniciativas para estimular el desarrollo del sur.El manifiesto de gobierno más detallado de los publicados hasta ahora por el centro-derecha vio ayer la luz en la revista Panorama, propiedad del propio Berlusconi, el hombre más rico de Italia, que publicó un resumen del largo artículo escrito por el líder de la oposición para otro semanario minoritario, Ideazione. En síntesis, el Cavaliere anuncia que reducirá la intrincada maraña de impuestos que existen en este país, dejándolos reducidos a un máximo de ocho. Las detracciones para las personas físicas quedarán resumidas en dos únicas cuotas, mientras que para las empresas habrá una única. Los empresarios que reinviertan parte de los beneficios recibirán un tratamiento fiscal especialmente suave, mientras que el impuesto de sucesión desaparecerá completamente. Son medidas inspiradas en las adoptadas en julio pasado por el canciller alemán, Gerhard Schröder, pero también en la política fiscal del Gobierno español. El propio Gobierno de centro-izquierda pretende incluir en los presupuestos de 2001 un "bono fiscal" que favorezca a los sectores sociales más débiles con la mirada puesta también en los sondeos.

El manifiesto de Berlusconi recoge otras iniciativas de política nacional que han encontrado en el pasado la hostilidad de las regiones del sur. Es el caso de las propuestas adelantadas por la Liga Norte en materia de federalismo, que Berlusconi presentó ayer en Bari. En síntesis, la iniciativa contempla una serie de transferencias de poder desde el Estado hasta las regiones, que se harían cargo de las competencias en sanidad, educación y orden público, traspasos que estarán precedidos por referendos consultivos para asegurarse el apoyo del electorado. En Bari, los líderes de la Casa de la Libertad explicaron en detalle las iniciativas generales para el desarrollo del mezzogiorno que prevé abordar el futuro Ejecutivo de Berlusconi, basadas en lo que llama las tres tes: "testa, turismo, terra" (cabeza, turismo, tierra).

Consciente de que la batalla por la reforma de las pensiones fue el muro contra el que se estrelló el Gobierno del Polo por él presidido en 1994, Berlusconi propone una vía blanda de acceso al problema: la transición a las pensiones privadas, totalmente libre para cada trabajador, pero estimulada con importantes desgravaciones fiscales. Las medidas fiscales propuestas por el magnate de la televisión privada italiana fueron tachadas de poco realistas por algunos de sus rivales políticos, convencidos de que las reducciones fiscales que contempla podrían sacar a Italia del euro. Al menos, Berlusconi se apuntó un tanto mediático porque su programa restó atención a una importante reunión de los partidos que integran el Olivo (coalición gubernamental) en la que quedó prácticamente claro quién será el rival del Cavaliere en las próximas elecciones generales italianas: Francesco Rutelli, alcalde de Roma, de 46 años, miembro del partido Los Demócratas, fundado en 1998 por Romano Prodi. El anuncio definitivo del candidato de centro-izquierda se hará el 14 de octubre.

La cuestión europea aparece fugazmente también en el programa de la Casa de la Libertad, con una clara apuesta en la línea marcada por el presidente francés, Jacques Chirac, y el ex presidente de la Comisión Europea Jacques Delors, partidarios de la elaboración de una Constitución europea y de construir en el Viejo Continente una especie de Estados Unidos de Europa. Pese a que el programa aborda sobre todo las medidas de choque que se propone afrontar su Ejecutivo en los 100 primeros días de legislatura, Berlusconi deja clara su posición respecto a la televisión pública, la RAI, que el actual Gobierno prevé privatizar. El Cavaliere, que ha inventado la televisión privada en Italia, se muestra decidido a mantener la RAI en manos públicas.