IU denuncia un "atropello" urbanístico en Sevilla

El grupo municipal de Izquierda Unida (IU) en el Ayuntamiento de Sevilla denunció ayer "un atropello al patrimonio histórico" de la ciudad por las obras que está realizando el Arzobispado de Sevilla en el antiguo Colegio de las Becas -una construcción del siglo XVII- donde se levantará una residencia para sacerdotes. La Gerencia de Urbanismo señaló que las obras han seguido todo el proceso legal establecido. En el Arzobispado contestaron que "la persona encargada de estos temas está de viaje".El portavoz de IU, Luis Pizarro, explicó que el solar tiene "unas cautelas arqueológicas de grado 2" y el conjunto tiene "una protección tipo B y está propuesto como monumento en el Catálogo General de Patrimonio Histórico de Andalucía" pero las "excavadoras lo están destrozando todo y se desprecia cualquier tipo de precaución". Fuentes de Urbanismo indicaron que se le concedió licencia de obra el pasado 7 de junio y que posterior a ésta se llevó a cabo una intervención arqueológica desde el 12 de junio al 18 de julio. El arqueólogo Juan Manuel Vargas Jiménez realizó un informe técnico en el que se hizo constar que en la intervención no se encontraron restos arqueológicos de interés.

Sin embargo, fuentes de IU mostraron su extrañeza porque en "un terreno de más de 2.500 metros cuadrados se termine un estudio arqueológico en un mes cuando en solares de 200 metros se hacen estudios que duran tres meses". Además, para los representantes de IU es "inverosímil" que con los "antecedentes de un complejo arquitectónico que comprende un colegio con su iglesia de 1620 los restos encontrados no sean de interés".

Urbanismo señala que tras el informe del arqueólogo tanto la Comisión de Patrimonio como Urbanismo dieron el visto bueno para el inicio de las obras que comenzaron en septiembre. Durante el periodo de excavación se recomienda la presencia de un arqueólogo ante la posibilidad de que se pudiesen encontrar restos significativos. Este arqueólogo es el mismo que realizó el informe. La obra está dirigida por los arquitectos Gonzalo Díaz Recasén y Antonio Martín Molina.

En el solar, las excavadoras están haciendo el vaciado del terreno -un agujero de grandes dimensiones- mientras en una esquina se apilan un montón de ánforas. Según los obreros que están trabajando en la obra, los fines de semana cuando no hay vigilancia desaparecen muchas de estas piezas arqueológicas. Estos trabajadores también indicaron que la dirección de la obra les anunció que varios de estos restos serán trasladados al Museo Arqueológico de Sevilla.

Responsables de IU criticaron que se hayan empezado las obras sin esperar a que se haya terminado el Plan Especial de Conservación de San Vicente-San Lorenzo, un proyecto en el que se establece un catálogo arqueológico de esta zona y una rigurosa normativa para que se respete el patrimonio.