Una ponencia busca la forma de 'profesionalizar' la Cámara navarra
Parlamentarios 'amateur'
El Parlamento de Navarra constituirá en el nuevo curso político una ponencia para reformar su reglamento buscando una mayor dedicación exclusiva de sus miembros al trabajo parlamentario. La profesionalización es el camino escogido para conseguir que el Parlamento foral gane peso específico en la vida de una comunidad pequeña y acostumbrada desde hace siglos a tratar directamente sus problemas con el poder ejecutivo; en el pasado la Diputación Foral y ahora el Gobierno.Si actualmente hay cincuenta escaños pero un único parlamentario liberado por cada grupo -siete en total con 7,6 millones de pesetas de salario anual-, el objetivo del socialista José Luis Castejón, presidente del Parlamento y máximo impulsor de la reforma, es que cada partido pueda decidir, sin límites, cuántos liberados quiere tener trabajando en la institución. Un sistema mixto como el de las Cortes de Aragón que, según la previsión de Castejón, no sería oneroso para la cámara.
"Tenemos que conseguir que el Parlamento obtenga la influencia y el respeto que se merece en la vida política democrática", indica su presidente, que recuerda, a modo de anécdota, que el Parlamento foral lleva décadas funcionando de forma eventual en locales cedidos por el propio Gobierno y es la única cámara legislativa española que carece de acuerdos con la Seguridad Social que reconozcan los años de trabajo político a la hora de establecer los derechos de jubilación.
En cualquier caso, el estudio de la fórmula debe realizarse en esta legislatura con el fin de superar la actual situación, en la que la inmensa mayoría de los parlamentarios son amateur y sólo cobran dietas por asistencia (entre 14.200 y 16.900 pesetas) y en la que cada grupo, eso sí, recibe desde este año 2000 una compensación económica especial denominada "gastos de personal y de actividad" (428.000 pesetas por cada cinco parlamentarios de grupo o fracción) para sufragar esa dedicación a tiempo parcial de sus señorías. Un primer paso hacia la profesionalización que, no obstante, no satisface al presidente parlamentario y que ha supuesto un desembolso de 16 millones en este ejercicio."Un empresario o un ayuntamiento navarro tiene hilo directo con los consejeros, con el Gobierno en definitiva. Eso está bien, pero ese contacto tiene su parte negativa, y es que arrincona al Parlamento como institución de referencia y lo que demandamos nosotros es que se conjuguen ambas cuestiones", subraya Castejón. La preocupación de los partidos de la oposición por reforzar la presencia del Parlamento hunde también sus raíces en los habituales gestos de rebeldía llevados a cabo por el propio Gobierno navarro respecto a decisiones parlamentarias adoptadas en los últimos años. Unas desobediencias reiteradas que han generado frecuentes conflictos políticos.
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