El colectivo de magistrados ha reiterado sus quejas por la falta de seguridad en las dependencias judiciales

Ciudad de la Justicia

Los dos presos se escaparon de los calabozos mientras esperaban a ser llamados para una ronda de reconocimiento en una causa abierta sobre el atraco a una entidad bancaria. Y coincide también con la clausura tras una inspección de Trabajo de cinco de las 10 salas de vistas de lo Social de las que dispone el edificio en el que se efectuó el robo en la madrugada de ayer. Las citadas salas tuvieron que cerrarse por incumplir las medidas de seguridad e higiene que establece la ley. El asalto a estos juzgados evidencia, una vez más, esta falta de vigilancia y seguridad de las dependencias judiciales en la ciudad de Valencia y, por extensión, de las del conjunto de la Comunidad. Así lo ha reiterado el colectivo de magistrados, quienes lamentan la situación de inseguridad en los diferentes emplazamientos de la judicatura y las condiciones inadecuadas en las que se desarrolla la aplicación de la justicia.

En los últimos meses han sido varios los episodios que han evidenciado esta falta de protección. La Consejería de Justicia de la Generalitat remite, a la vista de estos casos, a la próxima construcción de la Ciudad de la Justicia para resolver los diferentes problemas que afectan a las ubicaciones de los órganos de Administración de la justicia y, por extensión, a la práctica de la misma.

Un portavoz de la consejería que dirige Carlos González Cepeda afirmó que "aunque existen deficiencias, el departamento autonómico de Justicia y Administraciones Públicas ha hecho un importante esfuerzo para invertir desde el año 1995 en el acondicionamiento mínimo necesario para mitigar el problema". Sin embargo, una de las reclamaciones más demandada, la vigilancia permanente, no se ha solucionado, como indican los magistrados, con la urgencia y dimensión adecuada. El propio decano de los jueces de Valencia, Fernando de Rosa, reiteraba el pasado mes de marzo "las condiciones totalmente inadecuadas" en que se encuentran los Juzgados de lo Social, con especiales problemas de seguridad e higiene.

Otro tanto sucede con los jugados de lo Penal. Según la memoria del decanato, la falta de una sala de testigos provoca en muchas ocasiones que "acusados, perjudicados, y testigos" esperen el juicio juntos, según describía muy gráficamente el decano de Valencia. Es decir, agresores, agredidos y testimonios clave para que se consiga una condena.