La UE vigila el cumplimiento de las reglas en la concesión de licencias de telefonía móvil UMTS
Las autoridades europeas de la competencia vigilan con atención el cumplimiento de las normas comunitarias en el proceso de adjudicación de licencias de telefonía móvil multimedia (UMTS) de todos los países de la UE, según expresó ayer el comisario de Competencia, Mario Monti. Esta vigilancia se centra en las licencias otorgadas a un coste muy inferior del actual valor. En España, que hizo la adjudicación por concurso, las cuatro operadoras pagaron 86.000 millones, mientras que en Alemania y el Reino Unido los ingresos se elevaron a 8,4 por seis licencias y 6,5 billones por cinco.
Monti respondió en Estrasburgo que la Comisión Europea siempre se muestra vigilante y que lo estaba haciendo en el proceso de adjudicación de licencias de telefonía móvil, según explicó uno de sus portavoces. Monti expresó que la Comisión vigila las concesiones de UMTS, por considerar que podría tratarse de ayudas ilegales en un debate del Parlamento Europeo sobre cómo asegurar la libre competencia en el sector de las telecomunicaciones. Mario Monti rehusó dar más detalles.Un portavoz confirmó más tarde que se refería, en concreto, a una protesta del conglomerado francés Bouygues sobre el modo en que se habían adjudicado las licencias del móvil de tercera generación en Francia, Alemania, Holanda y Bélgica. También existe otra reclamación distinta formulada por el operador holandés de telecomunicaciones Versatel. Bouygues argumenta que el coste de una licencia en la subasta era "discriminatorio y desproporcionado", mientras que Versatel asegura sentir miedo de ser excluido de la subasta por lo que califica de "un acuerdo cerrado".
No obstante, el portavoz señaló que la Comisión revisaría si las licencias adjudicadas por un valor muy inferior al que ahora alcanzan podrían constituir una forma ilegal de ayuda de Estado. "Pero sólo hemos empezado a estudiarlo. Aún no hay ninguna conclusión", puntualizó el representante comunitario. Otro portavoz de Monti declaró, posteriormente, en Bruselas que en ningún caso las palabras de Monti se referían a que se ha abierto una investigación sobre este proceso y que se refirió sólo a que se vigila con precaución.
Y es que las diferencias han generado gran polémica, que crece a medida que se van haciendo adjudicaciones en los distintos países. La explicación radica en la existencia de dos fórmulas, la subasta y el concurso, que han dado ingresos muy dispares. España, que escogió el concurso, ingresó 86.000 millones de pesetas, mientras Alemania obtuvo 8,4 billones por seis licencias y el Reino Unido 6,5 billones por cinco por subasta.
La diferencia provocó que en España la oposición haya pedido que se repita la adjudicación y se haga por subasta. El Gobierno se ha negado y ahora estudia otorgar dos licencias más con el objetivo de dar más competencia. Pero el grado de competencia no puede medirse por el número de operadoras, según el presidente ejecutivo de Telefónica Móviles, Luis Lada. El español no es un mercado fácil. "La inversión por usuario cuesta aquí un 46% más que en un país medio europeo", indicó Lada. Las compañías necesitan, además, compensar el esfuerzo con grandes paquetes de clientes o ajustar sus inversiones.
El Ministerio de Ciencia y Tecnología prepara una lista de propuestas normativas, que debe estar acabada antes del 31 de octubre. Se manejan dos ideas: imponer un canon que usan el espacio radioeléctrico (telefónicas, radios y televisiones). Según el secretario de Estado, Baudilio Tomé, el Gobierno estudia cómo subir las tasas por el uso del espacio radioeléctrico.
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