Tarancón define este curso como "el del impulso a las infraestructuras"

El responsable autonómico de Educación, Manuel Tarancón, ha decidido zanjar el largo capítulo de protestas escolares y manifestaciones de padres de alumnos y profesores por el retraso acumulado que lleva el mapa escolar, que diseñó el propio PP cuando llegó al poder. Así, el diseño de una sociedad pública, que presupueste, adjudique y ejecute las 336 obras (entre reformas y nuevas construcciones educativas) que, según precisó, faltan para cerrar el mapa escolar en el 2003, ha centrado la política educativa de los últimos seis meses. El consejero anunció de esta forma, ayer en coferencia de prensa, el inicio del curso escolar (en el que estarán matriculados 683.809 niños y jóvenes) que definió como "el del impulso a las infraestructuras". Un impulso que Tarancón aseguró que permitirá "cumplir con las construcciones en el periodo previsto, entre el 2000 y 2003" y en el que jugará un papel imporante "la nueva empresa pública aprobada por el Gobierno de la Generalitat, que da en estos momentos sus primeros pasos para estar a final de este año en plena capacidad operativa".

Según sus datos, en el 2000 se "han adjudicado obras en 55 centros educativos" y está previsto que en el 2001 se presupuesten y adjudiquen "37 proyectos educativos más". En ese sentido, Tarancón reiteró que el cumplimiento del mapa escolar fue "una reivindicación unánime" de todos los agentes sociales que intervienen en las negociaciones del llamado Pacto por la calidad de la Educación, del que dijo se retomarán las conversaciones este trimestre.

La extensión de la oferta pública educativa para niños de tres años es, según el consejero, la principal novedad del curso al que hoy se incorporan 363.638 alumnos de primer ciclo de infantil, preescolar y primaria. Tarancón afirmó que con este programa de generalización se cubre la oferta de 3 años en el 96,6% de en centros públicos.

Tarancón destacó como otra novedad el proceso de adjudicaciones de plazas para los profesores interinos, que ha permitido la asignación de los puestos de trabajo en el mes de agosto, por lo que el profesorado se ha incorporado a sus puestos de trabajo desde el 1 de septiembre.

También se refirió a la normativa y la puesta en marcha de la conversión de los institutos de enseñanza secundaria en secciones de la Escuela Oficial de Idiomas, con el objetivo de que se atienda la demanda existente.

Destacó igualmente la implantación generalizada del graduado de secundarias de adultos y anunció que se va incrementar la oferta de empleo público en el ámbito docente, que llegará a ser superior a la de este curso.

Sobre la enseñanza del valenciano, el consejero precisó que el Gobierno quiere conjugar "la potenciación de la lengua como seña de identidad propia y el respeto a la libertad de los padres en la elección de la lengua vehicular en la que estudien sus hijos". "Los datos demuestran que nunca se ha hecho tanto por el uso y promoción del valenciano", dijo Tarancón, quien señaló que este curso habrá 132.570 alumnos que estudien en valenciano frente a los 74.277 del curso 1995-96

Al tiempo que el consejero ofrecía los datos del curso, medio centenar de profesores, alumnos y padres de alumnos de ESO de Alcublas se concentraron frente a la sede de Educación para protestar por los desplazamientos que deben hacer los niños de esta población cada día para estudiar en Lliria. Media docena más de colegios anunciaron ayer protestas y denunciaron la falta de adecuaciones y problemas de infraestructuras.