El Ejecutivo dice que hará 70 de las 118 presas previstas

En el baile de cifras facilitado ayer por el Ministerio de Medio Ambiente, unos documentos dicen que se trasvasará del Ebro 1.050 hectómetros cúbicos y en otros 1.000. La confusión se debe a que la primera cifra se refiere a la cantidad bruta de agua a trasvasar mientras que la segunda constituye la cantidad neta que recibirán las cuencas receptoras. En el plan también figura que se construirán 118 nuevos embalses, sin contar con los recrecimientos de presas. Pero el secretario de Estado de Aguas y Costas aseguró que sólo se harán 70.Los redactores del plan recuerdan que son muchos menos que los 250 recogidos en el plan socialista. Al portavoz de Ecologistas en Acción, Santiago Martín Barajas, ese recorte le parece mínimo y califica el proyecto como "un plan de hormigón, diseñado por las grandes constructoras".

Martín Barajas denuncia que algunas de estas presas ya habían sido desestimadas por el anterior equipo ministerial, como la de Castrovido, en Soria. Incluso ha detectado algunas situadas en zonas protegidas, como la presa de Caleao, en Asturias, o la de Araia, en Navarra.

La mayoría de estos embalses son viejos proyectos reclamados desde hace décadas, como los de Aragón (Biscarrués, Montearagón, Pontet, Santaliestra) o el Guadalquivir (Breña II o Melonares). Su inclusión en el Plan Hidrológico Nacional es obligada porque no se puede construir ninguna presa si no están aprobadas por ley. Hasta ahora se recurría a la argucia de incluirlas en la Ley de Acompañamiento.