El rock 'garage' de The Cynics recala en Bergara, en la segunda etapa de su gira
La historia de la música está bien surtida de conjuntos de cierto éxito que, años después de colgar los instrumentos, regresan al circo del rock para solaz de sus seguidores y dar una segunda oportunidad a quienes no les conocieron en su día. Uno de los ejemplos más recientes es The Cynics, cuarteto norteamericano resucitado este año, que hoy (22.00; 1.000 pesetas) recala en la sala Jam de Bergara para ofrecer uno de los seis conciertos previstos en su actual gira por España. Una buena noticia para sus incondicionales peninsulares, ya que es el único país europeo que visitará en 2000. "Regresamos para enseñar a los jóvenes de hoy día lo que es el verdadero rock and roll guitarrero. No lucimos las melenas de hace diez años, pero sí la misma actitud punk y rockera, y el mismo sonido capaz de reventar tus oídos. Los años no nos han amansado, quizá todo lo contrario", avisa el guitarrista Gregg Kostelich al justificar su vuelta.
Con esa actitud empapada en la arrogancia que siempre ha distinguido al buen rock, The Cynics retoman una carrera iniciada en 1985, que hasta su retirada una década después dio como frutos cinco elepés grabados en estudio y dos en directo. Un legado suficiente para ser considerado durante años el conjunto más representativo de la música garage. Este estilo de rock, con claras raíces en los años sesenta, cuando creció de la mano de formaciones como The Sonics, es el común denominador de su producción. Kostelich prefiere precisar más la catalogación de su obra. "La considero puro rock and roll", dice.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.