COAG asegura que el PHN se escuda en el campo pero en realidad beneficia al turismo

La consejera portavoz del Gobierno valenciano, Alicia de Miguel, calificó de "día histórico", el inicio del debate sobre el Plan Hidrológico Nacional (PHN), que contempla la necesidad de trasvasar aguas a las cuencas deficitarias del Jucar y Segura. Mientras el Consell considera que el texto será la solución al déficit hídrico valenciano, desde el sindicato agrario, COAG, criticaron el alto coste que tendrá que pagar el agricultor por el agua trasvasada. COAG también criticó que el objetivo real del trasvase de agua del Ebro persigue beneficiar los proyectos turísticos.

El anteproyecto del Plan Hidrológico Nacional, que se empezó a debatir ayer en el seno del Consejo Nacional del Agua, ha levantado las primeras críticas. Así, mientras Alicia de Miguel defendió que los planes del PHN supondrán "la solución a los problemas históricos de déficit hídrico de la Comunidad", la Coordinadora de Agricultores (COAG) criticó que el trasvase del Ebro pretende beneficiar a los grandes proyectos turísticos. Mientras la portavoz del Gobierno hablaba de objetivos cumplidos y cifras de inversión, la organización agraria criticó el objetivo real del texto. La portavoz del Consell resaltó que a los 80.000 millones de pesetas invertidos en modernización de regadíos, reutilización y redistribución de agua, la Comunidad recibirá 212.000 millones de pesetas del PHN. Por su parte, el andaluz Miguel López, representante de COAG que participó ayer en el debate del documento, manifestó que el PHN nace "cojo y sin consenso, y tras la excusa de beneficiar a los agricultores, lo que realmente se pretende con el trasvase del Ebro, mucho nos tememos, es potenciar el sector turístico, con el desarrollo de parques temáticos y campos de golf en todo el litoral levantino". López calificó el proyecto de "tomadura de pelo" y aseguró que los agricultores tendrán que pagar 52 pesetas por metro cúbico de agua, un precio "totalmente inasumible para el sector, que deberán abonar dos terceras partes del coste del trasvase". López afirmó que el Estado está utilizando "las necesidades de los agricultores como tapadera para dotar de agua a la industria turística del litoral". El miembro del Consejo Nacional del Agua aseveró que "el 44% del líquido trasvasado se destinará a consumo urbano, y detrás de esta cantidad, abusiva e injustificada, están las exigencias del turismo en el litoral valenciano, con un movimiento especulativo increíble". López también mostró "preocupación" porque "es necesario el consenso para aprobar el PHN entre el Estado y las omunidades autónomas implicadas y éste no ha existido". El representante de COAG insistió en que el Plan "incumple los planes de cuenca de 1998 y está basado en el Plan Borrell de 1993, por lo que nace más en oposición a este documento, que con un espíritu nuevo, y ahí es donde estriba su error". El secretario general de la Comunidad de Regantes de la Acequia Real del Júcar, Juan Valero de Palma, también presente en el Consejo Nacional del Agua manifestó que el anteproyecto "está lleno de sentido común". Valero, no obstante, recordó que el objetivo del trasvase es "ser un complemento en situaciones de déficit". En este sentido, también mencionó que el precio del agua es muy alto para la agricultura, pero insistió en que el agua trasvasada sólo será un complemento.

Opción Duero-Tajo

La Unió de Llauradors se mostró partidaria de la alternativa del trasvase desde el bajo Ebro, aunque no descartó la opción de trasferir agua de la cabecera del Duero al Tajo, que enlaza con el trasvase Tajo-Segura. La Unió insistió en la urgencia de "abandonar la demagogia" y consensuar el Plan con las distintas comunidades autónomas. El portavoz socialista de Medio Ambiente en las Cortes Valencianas, Joan Francesc Peris, insistió en la necesidad de cambiar la política de gestión de agua e incidió en la importancia de potenciar las desaladoras en Alicante, "porque si no faltaría agua en cinco años". Peris pidió un gran debate para que el PHN no quede únicamente con una política de grandes obras públicas. El presidente del Bloc Nacionalista Valencià, Pere Mayor, pidió la creación de un Consejo Valenciano del Agua, que "vele y controle" su uso racional. Mayor enfatizó que si el PHN no se acompaña de una nueva política de agua "se repetirán los mismos problemas". Según Mayor, carece de lógica seguir con la política desarrollista "como hasta ahora".