El alcalde de Pozuelo urgió a Madrid en una obra concedida a la empresa de su ingeniero municipal

El Ayuntamiento de Madrid adjudicó por urgencia un trabajo convenido con Pozuelo de Alarcón (62.010 habitantes) a la empresa privada Elmursa, propiedad de Leopoldo Gómez Gutiérrez, ingeniero jefe del Ayuntamiento de Pozuelo. La adjudicación por urgencia fue rechazada en septiembre de 1997 por el interventor de Madrid. En octubre, el alcalde de Pozuelo, José Martín Crespo, envió una carta a un jefe de servicio del Ayuntamiento para exigir la urgencia de dicho contrato. Al final, la adjudicación recayó en su funcionario municipal, al que el pleno de Pozuelo investiga por aprobar como funcionario obras públicas a favor de su socio privado.

Permiso del interventor

El 21 de mayo de 1997, el pleno de Pozuelo aprobó la firma de un convenio por el que las obras del sistema de saneamiento de Madrid referidas a los colectores arroyo Pozuelo y arroyo Meaques, que recogen aguas pluviales y residuales que proceden de la red de Pozuelo, se pagarían conjuntamente. Las arcas municipales de Pozuelo aportarían 873 millones de los 1.600 milones que costarían las obras. El convenio especificaba que las obras serían "íntegramente proyectadas, contratadas, dirigidas, inspeccionadas, mantenidas y conservadas por el Ayuntamiento de Madrid". Y fue este ayuntamiento quien contrató a Elmursa, empresa privada de Leopoldo Gómez Gutiérrez, ingeniero municipal de Pozuelo, para uno de los estudios. En la plantilla de Elmursa no sólo figura Gómez Gutiérrez, sino también dos de sus subordinados municipales: los ingenieros Carlos Díaz Guerra y Antonio Prada Losada.El Ayuntamiento de Madrid contrató a Elmursa por el procedimiento de urgencia y sin concurso público. El interventor municipal de Madrid encontró anomalías en dicha contratación y señaló el 29 de septiembre de 1997 que, dado que según el convenio las obras se iniciarían a lo largo de 1998, no estaba justificada la urgencia. Los reparos del interventor los resolvió, sólo un mes más tarde, el propio alcalde de Pozuelo, José Martín Crespo, también diputado regional del PP. El regidor escribió al funcionario responsable de este expediente, el jefe del departamento de Agua y Saneamiento de Madrid, Félix Cristóbal Sánchez, para solicitarle que lo tramitase con urgencia ya que necesitaba tales proyectos para cerrar sus presupuestos, si bien el precio global estaba ya perfilado desde la firma del convenio.

Con esa carta, Cristóbal demandó y obtuvo del interventor permiso para contratar de manera urgente. En enero de 1998, Cristóbal defendía que la oferta más ventajosa era la de Elmursa, la del funcionario municipal de Pozuelo. Pero la mesa de contratación, presidida por la entonces tercera teniente de alcalde, Mercedes de la Merced, recurrió a la ley para no aprobar la adjudicación dado que eran necesarias tres empresas, y en este caso "dos de las consultadas presentaron una oferta por encima del precio tipo". Aunque Cristóbal informó de estas dos ofertas ( TTU y Ciete), en el expediente sólo figura la de Elmursa, según denuncia el PSOE. La mesa exigió buscar nuevas ofertas. Cristobal informó por escrito que había pedido ofertas a tres empresas (Aicasa, Sinconsult y Servicios Omicron), y que las tres declinaron concurrir porque el presupuesto es demasiado bajo. En el expediente entregado al PSOE no figura la respuesta de Omicron, pero sí la de Aicasa y Synconsult. Ambas son redactadas el mismo día. Pero no es la única coincidencia. Ambas ofrecían el mismo número de fax. En nombre de Aicasa firmaba José Alberto Herreras; en nombre de Synconsult, lo hacía Francisco José Molero. Ambos son consejeros de Syconsult y de Aicasa. Y Elmursa fue contratada.Fuentes del departamento de Aguas y Saneamiento de Madrid niegan que existieran anomalías en la contratación de Elmursa. Y aseguran que ignoraban que dos de estas tres empresas fueran la misma. Este departamento precisa que pidieron una oferta a Elmursa porque sabían "que era una empresa que había trabajado en Pozuelo y lo hacía bien", y que esa sociedad les garantizó que no incurría en ninguna incompatibilidad. Mientras que Leopoldo Gómez trabajaba como ingeniero privado para el Ayuntamiento de Madrid, su municipio contrataba a ingenieros privados para diseñar proyectos vinculados al mismo trabajo.

El alcalde de Pozuelo, José Martín Crespo, no ve problema ético en que su funcionario fuera contratado para este plan cofinanciado por su ayuntamiento. "Todo fue gestionado y contratado por el Ayuntamiento de Madrid". El PSOE considera "vergonzosa" esta explicación. "Nos va a llevar mucho tiempo desbrozar toda la trama montada por este funcionario tan peculiar. Desde el punto de vista del Ayuntamiento de Madrid, es posible que se haya dado un caso de incompatibilidad manifiesta y de información privilegiada a la hora de adjudicar este contrato. Habrá que comprobarlo, pero es inaceptable desde un punto de vista ético y político que se adjudique a dedo, sin publicidad ni concurrencia, este contrato a un amigo y ex compañero de significados dirigentes del PP", critica Rafael Simancas, concejal socialista.