Los partidos mantienen congelada la posible reelección de Xabier Markiegi como 'ararteko'

Carta de despedida

El reloj del curso parlamentario ya se ha puesto en marcha y una de las asignaturas pendientes del Legislativo es el nombramiento del ararteko por un mandato de cinco años. Fuentes del PSE y del PNV confirmaron ayer que todavía no han dado ningún paso para abordar esta cuestión y se mostraron escépticos de que pueda resolverse satisfactoriamente en los próximos días, dado el clima político existente. La primera sesión plenaria del Parlamento, a finales de septiembre, es tradición que sea el debate sobre política general. En cualquier caso, de llegar a un acuerdo los partidos sobre un candidato, la elección del nuevo ararteko obligaría a la Junta de Portavoces y a la Mesa a convocar un pleno extraordinario antes del de política general para darle salida al nombramiento. Sería un procedimiento excepcional que genera todavía más desconfianza en el entorno del propio Xabier Markiegi respecto a la posibilidad de que sea reelegido. Tanto el PNV como el PSE consideran que todavía tiene posibilidades, pero no han dado pasos concretos en este sentido.

Reflexión completa

Xabier Markiegi se entrevistará el lunes con el presidente del Parlamento, Juan María Atutxa, para entregarle la carta con su despedida. Transcurridos seis meses desde que el pasado día 10 de marzo comenzara a correr la prórroga de su mandato, Markiegi dará el relevo a su adjunta Mertxe Agúndez, que lo asumirá de manera provisional. La vacante será cubierta con toda probabilidad esa misma semana, antes del lunes día 11, cuando la sustitución por Agúndez sea publicada en el Boletín Oficial del País Vasco. Fuentes socialistas explicaron ayer que la situación está como hace dos meses. "El PNV tiene que avenirse a pactar el adjunto, porque en caso contrario no saldrá su propuesta de ararteko. Tienen que darse cuenta de que están en minoría. Y, además, tradicionalmente se ha hecho así", señalaron.

A Markiegi le propuso el PNV junto a UA, pero el primero se negó a negociar la propuesta de adjunto que hacían el resto de los partidos de la oposición. El PSE, con el PP y UA, habían pactado el nombre de Arantxa Leturiondo, la secretaria del Tribunal de Cuentas Públicas, para que acompañara a Markiegi en la institución. Ese desencuentro dejó fuera a Markiegi. En la votación del pleno 25 diputados - el PNV, IU y UA, más un voto que se fugó, presumiblemente del PSE- dijeron sí a Markiegi y 35 votaron en contra: PSE, PP y EA. En el caso de EA, que tampoco apoyó la candidatura de Markiegi hace cinco años, fue porque no sabe euskera.

Aquel pleno fue como un jarro de agua helada para Markiegi, entre otras cosas porque pudo haberse evitado la votación en contra, aplazándola simplemente hasta este mes. UA retiró su firma de la propuesta para facilitar esa salida, pero el PNV, que insistía en que Markiegi era más una opción socialista que nacionalista, se negó a evitar la votación. Fuentes del PNV dejaron ayer la puerta abierta a que Markiegi pueda ser de nuevo elegido en su cargo, pero explicaron -como ya hicieron en junio- que ahora el PNV deberá hacer "una reflexión completa" y, "sin descartar ninguna opción", ver cómo articulan un posible acuerdo con los socialistas.Tras aquella sesión, el ararteko explicó que una manera de "cargarse" a la institución es politizarla y apostó por mantenerla fuera de los conflictos partidistas. También advirtió que él no se va a convertir nunca en una "moneda de cambio"de los partidos para sus estrategias.