El segundo mayor alijo tras las 15 toneladas de la Operación Temple

El alijo de cocaína interceptado ayer en alta mar, cuya cantidad total se desconoce hasta que no se realice el registro y pesado definitivo a su llegada a puerto, no es el mayor de los aprehendidos por las fuerzas de seguridad españolas. Le superan las 15 toneladas incautadas en el transcurso de la Operación Temple. La redada antidroga que, al igual que la actual, fue fruto de la colaboración internacional, se desarrolló entre los días 4 y 9 de julio de 1999. El día 4, agentes del Grupo Especial de Operaciones (GEO) abordaron en aguas internacionales, a unas 900 millas de las islas Canarias, al buque Tammsaare, en cuyo interior se encontraron 10 toneladas de cocaína colombiana. En los días posteriores y en el marco de la misma operación se detuvo a medio centenar de narcotraficantes y se encontraron otras cinco toneladas de la misma droga en un pueblo coruñés: con los 15.000 kilos incautados, la Operación Temple adquiría dimensiones mundiales. Hasta la fecha, sólo una operación similar, en Estados Unidos, había logrado decomisar una cantidad de droga superior (20 toneladas).El descubrimiento del segundo alijo de cocaína en importancia hallado en España se realizó en condiciones muy distintas y se debió en gran medida al azar. El 28 de septiembre de 1997, vecinos de la localidad asturiana de Tapia de Casariego sospecharon de dos coches estacionados junto a los acantilados de la zona y avisaron a la Guardia Civil. Al inspeccionar los vehículos, los agentes descubrieron cuerdas y aparejos que les hicieron sospechar que se estaba preparando un desembarco de droga o contrabando. Al inspeccionar el lugar, encontraron en una cueva natural fardos que contenían 4.728 kilos de cocaína.Otros alijos importantes fueron los que se incautaron el 8 de agosto de 1997 durante la Operación Cabezón en un barco interceptado en aguas de Pontevedra (2.860 kilos), el 30 de enero de 1996 a bordo del pesquero Mae Yemanjá en el puerto coruñés de Corme (2.580 kilos), o el 24 de enero de 1995 en el petrolero panameño Archangelos, abordado en pleno océano Atlántico (2.500 kilos) en el transcurso de la Operación Cabezón.