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El regadío frente al secano

La superficie de suelo destinada a cultivos de secano y regadío experimenta una reducción paulatina desde hace años tanto en la Comunidad Valenciana como en el resto del Estado. En consecuencia, también disminuye la ocupación agraria que en 1986 representaba un 11,8% del empleo total en la Comunidad (un 14,6% en España), mientras que en 1995 suponía sólo el 6,5% (un 8,3% en España). En el periodo comprendido entre 1991 y 1995, la superficie agrícola valenciana descendió de 930.400 hectáreas a 863.600, una reducción del 7,2%. En el mismo intervalo, de 368.000 hectáreas de regadío se pasó a 359.000 (lo que supone una disminución del 2,4%); y de 562.500 hectáreas de secano a 504,500 (un 10,3%), lo que significa una caída del 10,3%. Esta tendencia se ha mantenido o acentuado en años posteriores, aunque las estadísticas no reflejan fielmente el cambio que está experimentando la actividad agraria debido a que se han detectado numerosas transformaciones de cultivos de secano a regadío financiadas con dinero negro. Estas operaciones dificultan la compilación de datos estadísticos sobre la materia. En todo caso, existen muchas más hectáreas dedicadas al regadío de las que se tiene constancia oficialmente. La mayor parte de estas transformaciones tienen lugar en las faldas de las montañosas.

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Por otra parte, a pesar de la imagen tradicional, el sector agrario valenciano ha pasado de representar el 6,5% del Valor Añadido Bruto (VAB) de la Comunidad Valenciana en 1986 a poco más del 3% en 1995, mientras que en España se pasó del 6,4% al 4,2% en el mismo periodo.

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