Un tribunal alemán condena a un neonazi a cadena perpetua por el asesinato de un africano
La Audiencia de Halle, en el este de Alemania, condenó ayer a los cabezas rapadas Enrico Hilprecht, de 24 años, a cadena perpetua, y a nueve años de cárcel para menores a los adolescentes de 16 años Christian Richter y Frank Mietbauer. El tribunal los halló culpables de haber asesinado al mozambiqueño Alberto Adriano, de 39 años, residente desde hacía 12 años en Alemania, casado con una alemana y padre de tres niños de ocho, cinco años y cinco meses. Los hechos ocurrieron en la madrugada del pasado 11 de junio en la localidad de Dessau.
El telediario de la tarde de la primera cadena pública alemana (ARD) abrió las noticias ayer con unas palabras de la presentadora, que se refirió a la desgracia de un padre de familia que no había hecho nada, pero que se cruzó con el odio racial y la xenofobia; "ahora les han presentado la factura por ese odio ciego".El pasado Lunes de Pascua, los tres jóvenes coincidieron por casualidad en la estación de tren de Dessau, al quedarse sin posibilidad de regresar esa noche a sus casas. Esperaban el primer tren de la mañana y se dedicaron a beber, alborotar y aullar canciones nazis, hasta que Adriano se cruzó en su camino. Le propinaron una tremenda paliza, lo desnudaron y lo dejaron malherido en un parque de la ciudad. La policía detuvo a los tres cabezas rapadas en las cercanías del lugar de los hechos. Adriano murió tres días más tarde como consecuencia de los golpes recibidos.
Con gran celeridad se puso en marcha el proceso, que concluyó ayer con la condena por asesinato, tan sólo 50 días después de cometido el crimen. En un procedimiento inusual, la Fiscalía Federal asumió la acusación contra los tres condenados ante el tribunal de Halle. Los tres acusados recibieron la condena sin inmutarse. Durante el proceso habían reconocido los hechos, pero negaron haber tenido intención de matar al mozambiqueño y alegaron que actuaron bajo los efectos del alcohol. El tribunal asumió casi en su totalidad las peticiones de pena de la fiscalía y de la acusación privada, en representación de la viuda de Adriano. Los defensores de oficio también habían solicitado elevadas penas para los acusados, que ahora podrían recurrir la sentencia ante el tribunal federal.
El fiscal federal, Joachim Lampe, se manifestó satisfecho con la condena y expresó ayer la confianza de que "sirva de señal para que otros organismos y los políticos cumplan con su deber". "También debe ser un mensaje a los ciudadanos, para que se enfrenten con coraje a cualquier forma de extremismo de derecha", añadió el fiscal. El canciller federal, el socialdemócrata Gerhard Schröder, declaró que se trata de actuar "con dureza contra gentes que creen que ellos pueden decidir quién puede trabajar y quién no en este país. El monopolio de la fuerza del Estado no está en juego".
Casi al mismo tiempo que se anunciaba ayer la sentencia en Halle, en otra localidad del este, en las cercanías de Chemnitz, se abrió el proceso contra tres ultraderechistas, entre 21 y 24 años de edad, acusados de haber matado a golpes a un punki de 17 años.
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