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Una nueva caída del euro añade presión al BCE para que suba hoy el precio del dinero

Cristina Galindo

El Banco Central Europeo (BCE) se reúne hoy para estudiar una subida de los tipos de interés en la zona euro con la sensación en el mercado de que, haga lo que haga, nadie saldrá contento del todo. Se da por descontado que los responsables de la política monetaria elevarán el precio del dinero al menos 0,25 puntos porcentuales para poner a raya la inflación, que ya sobrepasa el objetivo del 2% para este año. La duda recae sobre cómo asimilará el euro una subida de tipos que, en teoría, le favorece. La moneda única europea volvió ayer a rozar mínimos.

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Vulnerable e impredecible

¿Se reanimará el euro algún día? Una pregunta obvia con la sacudida que sufre la moneda compartida por 11 países europeos este verano. La divisa llegó a cotizar ayer en los mercados hasta los 0,8869 dólares, aunque el Banco Central Europeo fijó el cambio en 0,8909, rozando el mínimo histórico de1 19 de mayo, cuando un euro valía 0,8875 dólares. Además, la divisa europea está en el nivel más bajo frente al yen.Que el euro se haya comportado mal no es una novedad estos días, pero es paradójico que haya vuelto a rozar mínimos como anticipo de la inminente subida de tipos de interés que, con toda probabilidad, se efectuará hoy. "Ello indica que el BCE no debe obsesionarse con estimular la cotización del euro vía tipos de interés", afirma Pablo Mansilla, economista jefe en España del Deutsche Bank. Nicolás Linares, de Barclays Bank, coincide. La salud del euro está sujeta, sobre todo, a la diferencia entre la bonanza que vive Estados Unidos, con un ritmo de crecimiento superior al 5%, y Europa, que crece, menos, a tasas de entre el 3% y el 4%.

La diferencia más hiriente es que mientras la economía estadounidense controla los precios, la zona euro empieza a sufrir los temores de repuntes inflacionistas. La tasa interanual se situó en julio en el 2,4%, por encima del objetivo del 2%. "La poca credibilidad de Wim Duisenberg [presidente del BCE] es otro de los lastres del euro", añade Linares. "Estoy convencido de que va a dar señales más claras del futuro de la política monetaria".

Con este panorama se sentarán hoy a la mesa los responsables de la política monetaria europea para estudiar una posible sexta subida de los tipos de interés (actualmente en el 4,25%) desde noviembre pasado. Su misión ineludible es cuidar de la inflación, pero cualquier decisión amenaza con repercutir en los mercados de divisas.

En un contexto de euro débil y de un precio del petróleo en niveles desconocidos, el organismo con sede en Fráncfort incrementará los tipos 0,25 puntos porcentuales, según los analistas consultados, que no ven clara la otra alternativa más plausible: una subida de 0,5 puntos. "Creemos que el BCE adoptará un enfoque gradual y subirá los tipos 25 puntos básicos", apunta Juan Carlos Berganza, del BBVA. "La situación es muy delicada: por una parte, hay peligros inflacionistas; pero, por otra, también existen dudas sobre el crecimiento en Europa y el futuro del euro". Así que, entre no tocar los tipos y subirlos un 0,5 puntos, hay señales de que el BCE elegirá la vía intermedia.

Europa se enfrentaría a la sexta subida del precio del dinero del BCE desde que se estrenó la moneda única en enero de 1999. Un movimiento acompasado con las decisiones de la Reserva Federal (banco central de Estados Unidos), que ha subido sus tipos de interés otras tantas veces, pero decidió dejarlos intactos en el 6,5% en su última reunión, celebrada la semana pasada. La subida, de producirse, no será la única este año. Según los economistas, los tipos seguirán hacia arriba hasta alcanzar entre el 4,5% y 5% antes de que acabe diciembre, con la consecuente repercusión en los bolsillos de los que tienen contratada una hipoteca.

No está claro, sin embargo, si estas medidas afectarán (y para mal) al crecimiento de los próximos años de las economías de la zona euro. "Somos optimistas respecto a las perspectivas de crecimiento y pronosticamos un crecimiento del 3,6% tanto para 2000 como para 2001", afirma Mansilla.

El euro es muy vulnerable estos días y la reacción de los inversores ante una subida de tipos es impredecible, sobre todo tras el mal comportamiento de la moneda única en la víspera de la reunión del BCE. Cuando se ha descontado una subida de tipos, el sentimiento del mercado suele ser más negativo y existe el riesgo de que se convierta en una excusa para vender euros y que la moneda única se derrumbe hoy.Suposiciones que reflejan la confusión en los mercados. "Un economista se siente frustrado permanentemente a la hora de hacer previsiones sobre el euro", reconoce José Rojo, del BSCH. La cotización del euro frente al dólar atraviesa momentos de desconcierto. La teoría de las diferencias entre EE UU y Europa funciona, a veces. Aunque los datos de crecimiento del segundo trimestre en Estados Unidos y Alemania (un 5,3% y un 4,7%, respectivamente) conocidos esta semana son lo bastante comparables como para romper algunos esquemas.

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Sobre la firma

Cristina Galindo
Es periodista de la sección de Economía. Ha trabajado anteriormente en Internacional y los suplementos Domingo e Ideas.

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