El descenso de la ocupación hotelera de Cazorla en agosto trunca las expectativas de los empresarios
Oferta deficiente
La gallina de los huevos de oro parece que empieza a romperse. Esto es al menos lo que piensan los empresarios de hostelería del parque natural de Cazorla, Segura y Las Villas, que han mostrado su decepción por el hecho de que los índices de ocupación hotelera durante el mes de agosto han sido sensiblemente más bajos que las previsiones iniciales.Las dos organizaciones empresariales con implantación en la zona no se ponen de acuerdo a la hora de unificar los datos, pero sí coinciden en que la ocupación ha estado muy lejos del lleno casi total que se esperaba, máxime teniendo en cuenta que agosto es el mes de mayor afluencia al parque. Además, parece que llueve sobre mojado puesto que los datos del mes de julio fueron incluso bastante peores.
La asociación Hostel Jaén habla de una ocupación en el interior del parque del 82% durante la primera quincena de agosto y de un 78% durante la segunda mitad (en este caso todavía con datos no oficiales). Los datos son todavía más alarmantes en el extrarradio del parque, donde la ocupación llegó al 75% hasta el día 15 y sólo alcanzará el 60% en el segundo tramo del mes.
El presidente de esta patronal hostelera, Luis Carlos García, reconoce que "no se han cumplido las expectativas" y muestra su preocupación por el bajo índice de estancia del turismo en el parque natural. García plantea como soluciones el incremento de la oferta alternativa de ocio porque entiende que "la gente se cansa de ver siempre los mismos animales y parajes".La Asociación del Gremio de Hospedaje la valoración no es más optimista. Aunque elevan los datos de ocupación media en agosto hasta el 90%, alertan de las "graves carencias" en el mayor parque natural de Andalucía. José Ayala, empresario turístico de Cazorla y miembro de esa asociación empresarial, manifiesta que la mayor parte de las quejas de los visitantes han hecho hincapié en la suciedad y el abandono de las principales zonas recreativas del interior del espacio protegido. Ayala acusa a Medio Ambiente de "dejadez" en el mantenimiento de lugares tan visitados como el parque cinegético, Cerrada de Elías o Cañada de las Fuentes (donde nace el río Guadalquivir). "Sólo se recoge la basura que hay en los contenedores, pero nada más", se lamenta el empresario, quien se queja también de que la depuradora de Arroyo Frío esté continuamente averiada, lo que origina problemas higiénicos y fuertes olores en la zona.
También criticó las "trabas" que la Consejería de Medio Ambiente pone cada vez que se le pone encima de la mesa algún proyecto turístico. Citó como ejemplo que hay tres empresas que llevan dos años solicitando, sin éxito, la concesión del permiso para trabajar como guías turísticos, una actividad que en todo el eje del Guadalquivir sólo desarrollan dos sociedades.
José Ayala insistió en las deficiencias del parque y destacó que los puntos de información están en manos privadas, por lo que se pone en peligro la objetividad de los datos que se aportan al turista. También criticó el mal estado de algunas carreteras del interior del parque y de las cunetas.
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