ETA prosigue su espiral asesina y mata de siete balazos a otro concejal del PP
Manuel Indiano, independiente en la lista popular, entró en el Ayuntamiento de Zumárraga en marzo
ETA volvió ayer a hacerse presente de la única forma que sabe hacerlo: matando. Manuel Indiano Azaustre, un madrileño de 29 años de edad, se convirtió en el décimo concejal del PP -se había presentado a las últimas elecciones municipales como independiente dentro de su lista- asesinado por la banda terrorista desde 1995, cuando mató al presidente de la formación en Guipúzcoa, Gregorio Ordóñez, y en la duocécima víctima mortal desde que rompió su alto el fuego en diciembre de 1999. La organización criminal asesinó otra vez tan sólo nueve días después de haber acabado con una bomba lapa adosada a su coche patrulla con la vida de dos guardias civiles en Sallent de Gállego (Huesca) -uno de ellos, la primera agente del cuerpo en su estadística-. También, en vísperas precisamente de que el ministro del Interior, Jaime Mayor, tuviera pensado iniciar -la cita se ha retrasado ahora a mañana, jueves- con el PSOE su ronda de consultas con los partidos para informarles de la marcha de la lucha antiterrorista y tratar de recuperar la unidad de todas las fuerzas democráticas contra la violencia.
El edil de Zumárraga fue acribillado a balazos. Los pistoleros -todavía no se ha podido determinar si fueron dos o tan sólo uno- irrumpieron a las diez de la mañana en el pequeño comercio que había abierto el pasado mes de julio en el número 3 de la calle de las Islas Filipinas, de esa localidad guipuzcoana, y en la que vendía pan, periódicos y golosinas. La víctima intentó huir de ellos, pero fue inútil. Le persiguieron hasta la trastienda, en donde intentó refugiarse, y sólo se dieron a la fuga cuando lo vieron tendido en el suelo, en medio de un charco de sangre y agonizante.
Una clienta fue la que encontró a Indiano. Aún tenía un hilo de vida, pero lo perdería al poco de ser ingresado en el hospital comarcal. Los médicos nada pudieron hacer por reanimarle pese a todos sus intentos. Tenía siete balazos en el pecho y el abdomen. La Ertzaintza recogió 13 casquillos, de dos marcas diferentes, en el lugar del crimen. Eso podría avalar la teoría de que fueron dos los asesinos, pero también pudo ser uno sólo con proyectiles distintos en el cargador de su arma.
La indignación que suscitó el nuevo crimen etarra provocó momentos de gran tensión en el hospital al que había sido llevado Indiano. En concreto, el lehendakari, Juan José Ibarretxe, fue increpado por varios cargos y simpatizantes del PP, que le espetaron con ira y amargura: "Habrá que hacer algo, ¿no?".
Embarazada de siete meses
La compañera sentimental del edil asesinado, Encarnación Carrillo, embarazada de siete meses, tuvo que ser hospitalizada con una fuerte conmoción nerviosa.Indiano no llevaba escolta desde el pasado 3 de abril, cuando se le retiró a petición propia la protección que le prestaba una empresa privada por cuenta del PP, pese a las reiteradas advertencias de la dirección del partido y de sus propios compañeros.
La última víctima de ETA era independiente, aunque se presentó con el número seis en la candidatura popular. Su acceso al Ayuntamiento se produjo el 7 de marzo de este año, al dimitir uno de los dos concejales del PP en Zumárraga y renunciar a reemplazarle los tres que le precedían en la lista.
La noticia del asesinato sorprendió a José María Aznar en Gdansk (Polonia) mientras asistía a la celebración del vigésimo aniversario del final de la huelga del Báltico, que impulsó al sindicato Solidaridad, el primero independiente en un país comunista.
El presidente del Gobierno español, rodeado por dirigentes del Partido Popular Europeo (PPE), recibió una nota, que leyó dos veces con gesto grave. "No hay ningún espacio intermedio ni interpretable entre el Estado de derecho y los terroristas (...). Y quien juega a intentar establecer esos territorios intermedios (...) juega a legitimar y dar la razón a las posiciones de los violentos y los terroristas", manifestó más tarde, aludiendo, aun sin citarlo, al PNV, la formación que preside Xabier Arzalluz.
Menos críptico, el secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, apeló directamente a la "responsabilidad histórica" de Ibarretxe para instarle a romper "cualquier expectativa de entendimiento" con Euskal Herritarrok y Herri Batasuna y con todos aquéllos que se niegan a condenar la violencia de ETA.
A su vez, el presidente vasco leyó una declaración institucional reprobando en términos muy duros el crimen, que calificó de "acto de cobardía suprema", y puso el acento en el drama humano de que la hija de Indiano se haya convertido en huérfana "antes de nacer". Sin embargo, omitió cualquier anuncio sobre una próxima ruptura de los lazos que aún vinculan al PNV con el espíritu del Pacto de Lizarra.
La división entre los nacionalistas y los no nacionalistas quedó patente de nuevo ayer por la tarde en las dos manifestaciones en que se partió la concentración celebrada en Zumárraga para condenar el atentado.
A pesar de que había anunciado que se sumaría a todos los actos convocados por el PP, Ibarretxe y otros cargos públicos del PNV se situaron tras una pancarta en la que podía leerse: "ETA dájalo. El pueblo tiene la palabra". Por su parte, los socialistas y los populares -entre ellos, el ministro de Administraciones Públicas, Jesús Posada- caminaron bajo otra con el lema directo de "ETA no. Basta ya".
La marcha se celebró después de un tormentoso pleno municipal en el que todos los grupos de Zumárraga, salvo EH, aprobaron una declaración en la que, además de condenar el asesinato del edil, la corporación se compromete a defender "los derechos y las libertades de los ciudadanos amenazados por ETA". Tras aprobarse esta moción, uno de los tres concejales de EH intentó leer un texto alternativo, momento en el que fue interrumpido por buena parte del público con gritos de "¡fuera!" y "¡asesinos!", lo que provocó enfrentamientos verbales entre la mayoría de los asistentes y los seguidores de EH.
El cadáver de Indiano fue trasladado al cementerio de Polloe para serle practicada la autopsia y, de madrugada, estaba previsto su traslado al tanatorio Sur, de Madrid, cercano al barrio de Carabanchel, en el que se instalaría la capilla ardiente. En esa zona viven los padres de la víctima. Por expreso deseo de su familia, que barajó la posibilidad de darle sepultura en Zumárraga, será enterrado hoy en la intimidad en la capital española. Su funeral tendrá lugar en la Colegiata de San Isidro.
Dos hermanos y dos tíos del fallecido se trasladaron a San Sebastián para hacerse cargo del cadáver, mientras sus padres, muy afectados por la noticia, permanecían en Madrid. Su madre, diabética, sufrió un ataque de nervios, por el que precisó atención médica.
Está previsto que a los funerales asistan tanto el presidente del Gobierno, José María Aznar, ya de regreso de Polonia, como el secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero. El Ayuntamiento de Madrid ha decretado tres días de luto oficial.
Agenda alterada
El último crimen de ETA obligó a alterar la agenda política. La reunión de Mayor con la delegación del PSOE, prevista para hoy, ha quedado aplazada hasta mañana. Aznar también se ha visto obligado a suspender la tradicional cena con militantes del PP de Quintanilla de Onésimo (Valladolid), prevista para esta noche, con la que cada año inaugura el curso político. En cambio, mantiene su comida con los monjes del monasterio burgalés de SilosLa Federación Española de Municipios y Provincias, como hace después de cada atentado, ha convocado a todos los ciudadanos a concentrarse al mediodía de hoy ante los ayuntamientos de toda España, al igual que han hecho las instituciones vascas, mientras que varias organizaciones pacifistas han convocado numerosas concentraciones para esta tarde. Cientos de vascos se manifestaron ayer en silencio en las tres capitales de Euskadi.
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