Agosto y los crímenes contra las mujeres
No cabe duda alguna de que las vacaciones son una de las necesidades primarias para las humanas y humanos, aunque no las puedan disfrutar miles de personas cuya empresa es el Inem. La clase política de este país, obviamente, no pertenece a este colectivo y disfruta de su época estival, con lo cual la representación institucional y política para dar respuesta a la ciudadanía es tan lamentable como los crímenes y violencia contra las mujeres. Sólo desde el 14 al 19 de agosto hemos podido leer en prensa, no siendo en ningún caso primera página, los titulares: Ingresa en prisión el hombre que mató a su mujer a puñaladas en Barcelona, Un joven mata a puñaladas a su ex novia, Una mujer queda gravemente herida al caer por una ventana, Un nieto degüella a su abuela, Un marido rocía de gasolina a su esposa y otro le apuñala.Estas mujeres han sido sepultadas en el más absoluto anonimato. Quizá si las hubiesen asesinado en el mes de marzo -8 de marzo, Día Internacional de las Mujeres-, cuando lo políticamente correcto es hablar de nosotras, algún que otro u otra política se hubiesen lamentado del patriarcado, machismo y, en definitiva, de la prepotencia social que ejercen los hombres sobre las mujeres cuando aún pervive la justificación legal de los celos, el alcohol u otras circunstancias para que los asesinos de esposas, amantes, novias o desconocidas no cumplan condenas por estos crímenes y los que maltratan queden en libertad porque no hay pruebas suficientes.
Lo cierto es que en este año 2000 han sido asesinadas más de 50 mujeres a manos de impresentables que pueden ser blancos, negros, pobres, ricos, amantes o desconocidos, y no es número suficiente para que desde un Estado de derecho se convoquen multitudinarias manifestaciones y se materialicen leyes y actuaciones civiles que erradiquen la violencia contra las mujeres.- Rafaela Pastor Martínez. Presidenta de la Plataforma Andaluza de Apoyo al Lobby Europeo de Mujeres. Córdoba.
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