A propósito del ruido

Resulta interesante observar, a la vista de las cartas de los lectores, la ineficacia de determinados ayuntamientos a la hora de cumplir y hacer cumplir sus normativas en materia de entorno acústico. Se nos ha dicho desde diversas administraciones públicas locales que las normativas en materia de ruidos y vibraciones son muy restrictivas de la libertad de los ciudadanos, muy poco permisivas con sus comportamientos ruidosos.Diversos casos nos mueven a la preocupación al hacernos pensar que aún no se ha asumido cuál es la transcendencia de los efectos del ruido. En medio ambiente nos desarrollamos como personas y ciudadanos, y más allá de la técnica ambiental se ven afectados derechos humanos (intimidad, inviolabilidad de domicilio, descanso, etcétera), desoídos sistemáticamente por ciertos responsables políticos.

Ante todo esto, la Asociación Catalana Contra la Contaminación Acústica (ACCCA) ha decidido demandar al Ayuntamiento de Barcelona por lo que son escollos en la normativa, fisuras tales como no regular las llamadas zonas de servidumbre acústica (sometidas a un régimen de decibelios inhumano) o, del mismo modo, omitir cualquier palabra o guarismo referente al ruido que originan durante el día las sirenas de los vehículos de emergencia.- Lluís Gallardo, abogado de la Asociación Catalana Contra la Contaminación Acústica, Barcelona.