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Reportaje:

Un tesoro escondido

F. Javier Barroso

Escondida en pleno Madrid de los Austrias, entre las calles del Biombo y una plazuela a la que da nombre, se alza el templo cristiano más antiguo de la capital. San Nicolás de los Servitas data del siglo XII y en 1977 fue declarada monumento histórico-artístico nacional. Su riqueza estriba en que a lo largo de su historia ha ido incorporando los ejemplos más ricos de las arquitecturas palaciegas y eclesiásticas.La iglesia de San Nicolás de los Servitas formaba parte, ya en el siglo XII, de las parroquias adheridas al desaparecido alcázar. El fuero de 1202 la incluye como una de las diez que existían dentro del recinto amurallado. En algún momento se pensó que la torre de esta iglesia había formado parte como minarete de una antigua mezquita. Hoy parece demostrado, según la Consejería de Educación, que tuvo un uso cristiano, como el resto de las iglesias mudéjares de la zona. Tiene claras influencias toledanas y andaluzas. Después se le añadió el cuerpo de campanas.

La dilatada historia del templo ha pasado por diferentes usos. Las tropas francesas lo utilizaron como cuartel y, después, como almacenes. La Banda Real también la usó como sala de ensayo. "Ha sido parroquia durante muchos años, pero después la quisieron trasladar a la iglesia de El Salvador, en la calle Mayor. Al final, ésta permaneció y la de El Salvador fue llevada a la zona de Atocha", explica el padre Antonio Moreno.

En 1700 compró el edificio la Orden III Servita, que lo remodeló tal y como se conserva en la actualidad. El templo es muy pequeño, pero después se le han ido añadiendo habitáculos, que han logrado deslucir su fachada principal. El ábside data del siglo XV y es el único ejemplo que queda de esa época gótica. El artesonado mudéjar pertenece al siglo XVI y es el mejor que se conserva de entonces, gracias a que el enfoscado de una bóveda de cañón lo protegió durante mucho tiempo. Fue en los años cuarenta cuando, al ir a arreglar unas goteras, se descubrió, según el párroco. "Es el único en Madrid de madera y con esta calidad de aquellos años. Si los soldados franceses hubieran conocido su existencia, lo habrían quemado entero", concluyó Moreno.

Junto al altar luce un enorme arco de herradura, que algunos expertos han catalogado como el más grande de la región.

Entre las curiosidades del templo destaca que el arquitecto del monasterio de El Escorial, Juan de Herrera, fue enterrado en 1597 junto al altar mayor. Por su expreso deseo, sus restos se llevaron a Santander, donde todavía permanecen. En una de las paredes de la iglesia se puede leer la lápida en castellano antiguo. De hecho, la calle de este insigne artista en Madrid arranca desde el final de la plazuela de San Nicolás de los Servitas. El escritor Alonso de Ercilla, autor del poema épico La Araucana, fue bautizado aquí en 1533. Así lo recuerda además una placa colocada por el Ayuntamiento en 1991. "Es de suponer que habría mucha más gente famosa que haya tenido alguna vinculación con esta iglesia, ya que estaba junto al alcázar, en un primer momento, y después, al Palacio Real", comenta Moreno.

Esta parroquia ha sufrido un lavado de cara en los últimos meses. La Comunidad de Madrid ha invertido 30 millones de pesetas (20, según el párroco) para sustituir los materiales deteriorados y, en el subsuelo, se han saneado las humedades mediante la creación de una red de drenaje y ventilación. Se ha colocado un sistema de prevención de humedades por capilaridad. En los muros se han rejuntado y llagueado las fábricas de ladrillo y se han picado, reparado y pintado todos los paramentos deteriorados. "En general, las obras han ido bien, pero han hecho una chapuza con la puerta principal, la han rematado de mala manera y la han pintado de un color chocolate que nada tiene que ver con el color natural de la madera", protestaba el párroco

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Otras iglesias que han recibido la visita de los albañiles en el último año han sido la iglesia de San Pedro Ad-vincula de Vallecas (siglo XV), la Asunción de Meco (siglo XVI), la de Serracines de Fresno de Torote (siglo XVI), además de la de Villa del Prado, cuya reforma continúa.

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Sobre la firma

F. Javier Barroso
Es redactor de la sección de Madrid de EL PAÍS, a la que llegó en 1994. También ha colaborado en la SER y en Onda Madrid. Ha sido tertuliano en TVE, Telemadrid y Cuatro, entre otros medios. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, está especializado en Sucesos y Tribunales. Además, es abogado y criminólogo.

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