Moscú se plantea reducir al mínimo su arsenal nuclear tras el accidente del 'Kursk'

El primer ministro, Mijaíl Kasiánov, declaró ayer que Rusia sólo necesita el mínimo de armas nucleares capaz de garantizar la seguridad nacional. Kasiánov, que viajó a la ciudad secreta de Sárov, anunció también que el presidente Vladímir Putin ha firmado un decreto por el cual aumenta el sueldo de todos los que trabajan en el sector nuclear. Putin dijo ayer que se crearán cuatro centros de salvamento en las principales bases navales rusas. "Rusia no aspira a aumentar su armamento; por el contrario, quiere reducirlo al mínimo nivel posible", dijo Kasiánov.

Estas declaraciones son otro indicio de que el presidente se ha decantado por la reforma propuesta por el Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas, que prevé disminuir drásticamente la financiación de las Fuerzas Estrátegicas Coheteriles (las de misiles de emplazamiento en tierra) y redistribuir el presupuesto militar de una forma más equitativa entre las diversas ramas.Además, Putin acaba de ordenar al vicejefe de Gobierno y ministro de Finanzas, Alexéi Kudrin, que envíe al Parlamento el proyecto de presupuesto para el año 2001 sin modificar la cuota que se asignaba a las Fuerzas Armadas. Después de la tragedia del Kursk, los militares, apoyados por numerosos políticos, están presionando para aumentar el presupuesto militar, que es del 2,65% del producto interior bruto (PIB). Los militares quisieron que se cumplieran las instrucciones dadas por Borís Yeltsin hace tres años de destinar el 3,5% del PIB a los fines de Defensa, y darán la batalla en la Duma Estatal.

Mientras tanto, la viceprimera ministra, Valentina Matviyenko, continúa su visita a la provincia de Múrmansk, adonde llegó anteanoche con equipos y medicamentos para el hospital de Vidiáyevo. En esa base naval, que es también el pueblo secreto donde viven las esposas de los oficiales, Matviyenko se reunió con familiares de los tripulantes del Kursk para determinar las necesidades que tienen. Allí, a partir de las dos de la tarde (el mediodía en España), comenzaron a entregar las libretas de ahorro que el Gobierno ha decidido dar a las familias de las víctimas. En cada libreta el Gobierno ha depositado 720.000 rublos (más de 4,6 millones de pesetas), el equivalente a 12 años de sueldo de un oficial. En el plazo de tres meses, Matviyenko ha prometido dar apartamentos gratis a las familias que deseen abandonar Vidiáyevo.

A la base naval también llegó el director del Servicio Federal de Seguridad (FSB, ex KGB), Nikolái Pátrushev, para "estudiar los materiales de la investigación preliminar sobre las circunstancias del hundimiento del submarino nuclear Kursk". El jueves Pátrushev había insinuado que los servicios secretos investigaban a dos civiles daguestanos que no formaban parte de la tripulación del Kursk pero que se encontraban a bordo del sumergible. Por cierto, el presidente Putin, cuando visitó Vidiáyevo, prometió a la madre de uno de ellos, el ingeniero Mamed Gadzhíyev, equipararlo al status de los miembros de la tripulación para que ella pueda gozar de los mismos beneficios que corresponden a los familiares de los marinos. El ridículo que hizo Pátrushev con sus insinuaciones fue tal, que el portavoz del FSB, Alexandr Zdanóvich, tuvo que hacer una declaración especial en la que afirmaba que las palabras del director de los servicios secretos habían sido mal interpretadas. En Moscú, el Ministerio de Energía Atómica aseguró que el Kursk no representa ningún peligro de contaminación.