Jubilados de Cambrils se encierran en un 'casal' para evitar que se destine a escuela de adultos

Un nutrido grupo de jubilados de Cambrils mantiene un singular encierro en las dependencias del Casal Baix Camp, que el Ayuntamiento quiere destinar exclusivamente a escuela de adultos. El hogar de ancianos ha sido sede de la asociación de jubilados desde 1992 y ahora debe ser desocupado para que pueda ampliarse la escuela de adultos situada en la planta superior. La escuela incumple, por razones de espacio, la normativa de la Generalitat, por lo que debe ser ampliada. El plazo de desalojo dado por el consistorio que expira hoy. El alcalde de Cambrils, Joan Serra, ofreció ayer un trato al colectivo de jubilados: que utilicen parte de las dependencias, de titularidad municipal, los fines de semana, aprovechando que no hay clases de adultos. Esta solución provisional, que únicamente se mantendría mientras se ejecuten las obras de ampliación de la escuela de adultos, no satisfizo a los jubilados, que decidieron en asamblea continuar con la protesta y pasar una segunda noche en el interior del centro.

"Queremos el edificio", aseguró Benet Budí, presidente de la entidad, que tiene 2.000 socios. Budí asegura que el casal fue construido con subvenciones de la Generalitat para ser utilizado por los pensionistas "y ahora el consistorio utiliza la fuerza del poder para echarnos y ampliar la escuela de adultos". "Aguantaremos hasta el final", dijo Budí.

Cambrils cuenta con un casal municipal de la gent gran que no gusta a la asociación. "Nosotros no queremos estar en un casal regido por el consistorio y en el que no existe democracia. Tenemos nuestros propios estatutos, voz y voto y queremos continuar así", declaró el presidente de la asociación.

Los jubilados asociados del Casal Baix Camp realizan todo tipo de actividades en la planta baja del centro: gimnasia preventiva, yoga, trabajos manuales, charlas, conferencias y baile. Budí asegura que en el casal municipal no hay espacio suficiente para todos ni para realizar las actividades a que están acostumbrados. Por ello, durante estos días han repartido octavillas y aseguran que han recogido hasta 1.500 firmas de apoyo.