Para criados y pobres
El rey Carlos III ordenó la construcción del hospital de San Carlos al maestro mayor de obras de Aranjuez. Se abrió en 1776. Su fin era atender a los criados, pobres y empleados que vivieran en la villa ribereña. Consta de una sencilla portada de ladrillo visto rematada por un frontón triangular inscrito en un arco.El edificio tiene dos patios. Uno, con una fuente y un jardín, se destinó al recreo de los enfermos. El segundo se empleó para usos ordinarios. Años después, el rey Carlos IV ordenó su ampliación. Durante el reinado de Isabel II se restauró. La capilla estuvo abierta a todos los ribereños y hasta hace poco ha sido la sede de diferentes servicios municipales, como la radio local.
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