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Bienestar Social sólo gastó en 1999 el 28% de los fondos para centros públicos de enfermos mentales

El recorte de inversiones y la falta de ejecución presupuestaria durante 1999 han sido los ejes más visibles de la política de atención a enfermos mentales de la anterior responsable de la Consejería de Bienestar Social, Carmen Mas. Los 235 millones de pesetas presupuestados inicialmente para construcción y equipamiento de los centros públicos se quedaron en 140, de los que finalmente sólo se ejecutaron 66. De los 919 millones destinados para obras en entidades sin ánimo de lucro, sólo se gastaron 559. Este año, estas ayudas aún no se han convocado.

Incumplimientos

Uno de los proyectos que resume mejor la actitud que mostró la Consejería de Bienestar Social durante 1999 es la relacionada con la construcción del Centro de Rehabilitación e Inserción Social (CRIS) de enfermos mentales Ciudad Jardín de Alicante. La consejería destinó inicialmente 105 millones de pesetas que elevó a 129 millones. Pese a ello, a final del ejericio -el 31 de diciembre de 1999-, quedaron por ejecutar 73 millones y el centro se encuentra sin terminar. De esta forma, el presupuesto de este año destina nuevamente dinero para la construcción de este centro, en esta ocasión, 28.537.000 pesetas para acabar la construcción y 20 millones para equipamiento.Una situación similar se ha producido en el proyecto destinado al equipamiento y puesta en marcha del CRIS de Giorgeta en Valencia -30 millones- y los pabellones psicogeriátricos de Bétera -35-. Los 65 millones de pesetas inicialmente dispuestos se han quedado en 8,5 millones. Además, el dinero destinado a Bétera desaparece. En respuesta a una pregunta parlamentaria formulada por el diputado socialista Antonio Torres en febrero de 2000 sobre el estado de ejecución de los nuevos pabellones, la contestación de la ex consejera fue escueta: "No se han realizado las obras".

Los 8,5 millones se han dedicado en su integridad al CRIS de la calle Convento de San Francisco, también en Valencia, ya que el de Giorgeta el Ayuntamiento lo transformó en Biblioteca. Este caso es especialmente sangrante ya que las obras ya están concluidas y el centro, que debería haber sido puesto en marcha en 1999, sigue sin ser operativo pese a la escasez de medios y locales para enfermos mentales. Como en el caso anterior, las obras siguen sin estar concluidas y necesitarán una dotación suplementaria incluída en los presupuestos de este año. La previsión inicial en los presupuestos de 2000 es de 20 millones para la puesta en marcha de este centro de Valencia.

Entre las reducciones presupuestarias y los incumplimientos, el resultado fue que Bienestar Social destinó el 28% del dinero inicialmente previsto para la construcción, reforma, equipamiento y puesta en marcha de los centros públicos. Los 235 millones presupuestados en origen por la consejería se rebajaron a 140 por las sucesivas disminuciones de fondos practicadas por el departamento que entonces dirigía Carmen Mas. Pese a todo, a final del año pasado, en las arcas de la consejería se quedaron sin emplear 74.070.563 pesetas destinadas inicialmente a la atención de los enfermos mentales. Otra de las partidas que sufrió la ineficiencia de la consejería fueron los fondos destinados a las ayudas a los proyectos de inversión llevados a cabo por entidades privadas sin ánimo de lucro o ayuntamientos para realizar centros de atención a enfermos mentales. De la inversión inicial de 919 millones de pesetas, finalmente se gastaron 559 millones. Además, este tipo de ayudas no se distrubuyeron mediante una convocatoria de subvenciones, sino a través de convenios puntuales. El presidente de la Asociación de Familiares de Enfermos Mentales AFEM), Fernando Ferrer, señaló ayer a este diario que esta práctica de renunciar a la convocatoria de subvenciones se ha repetido, al menos, durante los dos últimos años. Ferrer también explicó que siguen esperando que la consejería, que actualmente dirige Rafael Blasco, convoque a finales de mes las ayudas para este año, antes de que sea demasiado tarde. El presidente de AFEM señaló que necesitan las ayudas de la Generalitat para equipar adecuadamente el CRIS de la calle General Barroso de Valencia, que ha reformado la asociación y que necesita del equipamiento adecuado para poder ponerse en marcha y paliar, así, la falta de recursos existente.

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