Renfe sospecha que un fallo en la máquina del Talgo causó los incendios en cadena de la sierra

Los técnicos de la compañía Talgo han efectuado un segundo peritaje en el tren de la línea Madrid-Irún sobre el que Renfe sospecha que fuera el causante de los siete incendios en cadena que se produjeron el pasado jueves en la sierra a lo largo de la vía férrea. Los exámenes se centraron ayer en la máquina Diesel que propulsaba el convoy, según fuentes próximas a las investigaciones. Talgo, la compañía encargada del mantenimiento de los trenes, ya efectuó un primer peritaje del convoy en Irún y Bilbao, durante el pasado fin de semana, cuyo resultado fue negativo.

Cuando el convoy llegó el pasado jueves a la estación de Irún, fue sometido a una exhaustiva revisión por técnicos de Talgo. La peritación del fin de semana no ha descubierto ninguna anomalía que pudiera haber originado las chispas. Se comprobaron los sistemas de aceleración en vacío y de frenado y se observaron todos los elementos de rodadura del tren, en especial los componentes electrónicos. Todas las comprobaciones dieron resultados negativos, según explicó ayer un portavoz de la compañía ferroviaria.Ante esta situación, la dirección de protección civil de Renfe ordenó una segunda inspección del tren para descartar cualquier avería. La investigación se efectuó ayer en los talleres de Talgo en Aravaca. Los resultados se conocerán esta semana, según el citado portavoz de Renfe. Los trabajos se centraron en la máquina, que entró en servicio hace unos 25 años, según fuentes próximas al peritaje.

Renfe negó el día del incendio que los focos hubieran sido producidos por chispas procedentes del tren. Recordó que los frenos del Talgo son de disco, por lo que soltaba chispas al exterior. Un portavoz de Renfe indicó ayer que no se había podido determinar si el Talgo Madrid-Irún fue "realmente" el causante de los incendios, pero prometió que, en caso de confirmarse, la compañía asumirá todas las responsabilidades derivadas de los incendios.

Los alcaldes de los municipios afectados por los siniestros acusaron al tren de ser el causante de las llamas. También anunciaron que pedirían responsabilidades a Renfe si se confirmaba este extremo.

La cadena de incendios forestales se inició el pasado jueves alrededor de las cinco y media de la tarde en siete puntos distanciados entre sí 66 kilómetros. Todos ellos eran colindantes con la línea férrea Madrid-Irún. El primero se registró en la zona de Valdelatas, a 14 kilómetros de Madrid, y el último, en Braojos, a 80 kilómetros de la capital. El más grave ocurrió en las laderas que rodean al monte del Pendón (1.545 metros de altitud) y afectó a los términos municipales de Navalafuente, Bustarviejo y Miraflores de la Sierra.

Los vecinos de estas zonas aseguraron el día del siniestro que vieron pasar un Talgo que lanzaba chispas. Las llamas, que arrasaron unas 400 hectáreas, no se extinguieron hasta 11 horas después. Se necesitó la intervención de ocho helicópteros y más de un centenar de bomberos de la Comunidad de Madrid.

Tras recibir la llamada del teléfono de emergencias 112, el centro de coordinación de Renfe ordenó al maquinista del tren que parara en la próxima estación, que era Robregordo. Aquí, el maquinista y un técnico de Talgo inspeccionaron visualmente el convoy. Se centraron en los ejes de todos los vagones y de la propia máquina. No hallaron ninguna anomalía que pudiera lanzar chispas al monte, por lo que decidieron que continuara el viaje hasta Irún (Guipúzcoa), tras haber estado parado en Robregordo casi 50 minutos.

Éste no es el único incendio supuestamente provocado por un tren en lo que va de verano. En los últimos 30 días se han registrado otros dos siniestros, cuyos focos se originaron junto a las vías de la línea Madrid-Irún. El primero ocurrió el 15 de julio, cuando un tren pasaba por los municipios de Miraflores de la Sierra y Soto del Real. Se quemaron 20 hectáreas. El pasado miércoles se quemaron otras 300 de hectáreas de pinares y 100 de matorral en la provincia de Segovia.

El pasado 14 de julio se cumplieron los 50 años del primer viaje comercial que efectuó un tren Talgo en España. Coincide que el primer trayecto fue Madrid-Irún. Con este servicio se cerraban más de 10 años de investigaciones y pruebas a cargo del ingeniero Alejandro Goicoechea. El viaje costaba 400 pesetas y duraba seis horas y media.