"Pacheco, Ortega y Rojas-Marcos deben dejar paso a la gente joven en el PA"
Ex emigrante, ex alcalde del pueblo minero de Alquife entre 1983 y 1991 y actual concejal de Cultura, Turismo y Deportes del Ayuntamiento de Granada, el andalucista Jesús Valenzuela (1953) defiende la fórmula de un gobierno tripartito por su tolerancia negociadora y aires de renovación para el andalucismo.
Jesús Valenzuela logró devolver el Partido Andalucista al Ayuntamiento de Granada en la últimas elecciones municipales después de 20 años de travesía del desierto. La fórmula de un gobierno tripartito, integrado por el PSOE, IU y PA, le ha dado la oportunidad de manejar tres áreas, las de Cultura, Turismo y Deportes, y de poner en marcha el bono turístico, que persigue aumentar el número de pernoctaciones en la ciudad. Le ha quedado, sin embargo, clavada una espina, la del polémico edificio del Rey Chico, al que en un principio se opuso y que ahora acepta por exigencias de la política. "A mí el cuerpo me pide derribar el Rey Chico", dice, "pero hay que ser prácticos".Pregunta. Mucha gente se pregunta si lo de la candidatura de Granada a los Juegos Olímpicos de invierno de 2010, que lanzó el PSOE, es una idea descabellada...
Respuesta. Yo siempre dije que los juegos eran un guiño electoral del PSOE. Es cierto que estamos en un área muy septentrional como para confiar en el clima, pero también es cierto que Granada necesita de impulsos. Si no se hubieran celebrado los Campeonatos de Esquí de 1996 no existirían muchas de las infraestructuras que hoy existen. Y la candidatura ahora va a traer más infraestructuras, que siempre serán bienvenidas.
P. ¿No hubiera sido mejor un gran proyecto para hacer de Granada una gran capital cultural, como Salzburgo?
R. No son concepciones opuestas. A Granada puede ir a la gente a bañarse, esquiar o hacer turismo cultural. Todos esos recursos pueden aprovecharse. Pero también debemos ser realistas: no se puede ser capital cultural con un presupuesto de 700 millones de pesetas.
P. ¿Piensa pedirle más dinero al alcalde, José Moratalla? ¿Cuánto necesitaria para tener una actividad cultural buena?
R. Ya se lo he pedido. Y la idea es ir aumentando el presupuesto para Cultura. Para las tres áreas, teniendo en cuenta la situación municipal, necesitaríamos unos 2.300 millones, el 10% del presupuesto total, lo que no es mucho.
P. ¿No son tres áreas demasiadas para una sola concejalía?
R. Yo no las veo como tres grandes áreas independientes, sino como tres partes de un área que sería la del ocio en Granada, que es una ciudad que ya no tiene temporada baja en ningún momento del año. Con los eventos culturales, turísticos y deportivos estamos generando mucho empleo.
P. Cuando el PP llegó al poder local, se notó en seguida: hubo una cuestación popular para levantarle una estatua a Fray Leopoldo. ¿Por qué no se ha notado la llegada de un gobierno progresista?
R. Si es para levantar estatuas así, prefiero que no se note. Pero yo creo que sí se ha notado. El tripartito ha abierto una etapa de diálogo y tolerancia entre fuerzas políticas.
P. Sin embargo, la imagen que se ha dado es de ciertas confrontaciones a veces...
R. Ésa es la imagen que ha querido dar el PP, la de división y de confrontación, que no tiene nada que ver con la realidad.
P. Usted fue emigrante en Cataluña... ¿Cómo ve desde su perspectiva el fenómeno de la inmigración ahora?
R. Yo tengo el recuerdo de mis paisanos con sus maletas de madera, sufriendo la humillación de marcharse cuando en mi comarca, en Alquife, había recursos, como las minas, pero recursos sin explotar. Por eso entiendo perfectamente a los inmigrantes. Creo que la solución a esta situación es la de la planificación de las llegadas: cuando haya una temporada, la del tomate o la fresa, se deben facilitar esas llegadas con contratos temporales, con sueldos más que dignos, con todas las condiciones económicas que permitan a los inmigrantes venir y luego regresar a sus países con buenos medios.
P. ¿Cree que permitirían eso los empresarios que se enriquecen porque no tienen que cumplir, precisamente, ninguna de esas condiciones?
R. Esos empresarios son el problema. Pero hay que ser realistas: lo que en su día reivindicamos los andaluces para nosotros mismos es lo que hoy tenemos que reivindicar para los inmigrantes: el trato digno.
P. Cambiando de tema, ¿es usted pachequista u orteguista?
R. Yo soy andalucista.
P. ¿Piensa presentar batalla en el congreso del PA?
R. No. Aunque sí me gustaría decirle a los compañeros que es necesaria una renovación, como la que se hizo en Granada, con la que logramos regresar al Ayuntamiento. El andalucismo tiene que abrirse mucho, porque Andalucía no es sólo el eje Sevilla-Cádiz. Yo creo que a Pacheco, a Ortega y a Rojas-Marcos hay que hacerles un monumento por todo lo que han hecho, pero pedirles también que deben dejar paso a la gente joven; ellos deben dar un paso atrás y permitir que entren aires nuevos.
P. Otro asunto: usted se mostró contrario al Rey Chico. ¿Qué opina de la fórmula que su gobierno ha encontrado de convertirlo en un gran centro de arte?
R. Yo vi que el Rey Chico era una barbaridad cuando estaba construyéndose, y lo dije. Se derramaron ríos de tinta sobre el asunto, pero no se hizo nada. Si la solución que queda ahora es adaptarlo al entorno, me parece bien. A mí el cuerpo me pide tirarlo, pero hay que ser prácticos. Y está bien que sea un centro para artistas.
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