El efecto 'Carrie'

Había algo raro en el aire, como un olor a barrillos y sudor, a crema contra las espinillas e incienso. Al principio, no supe a qué atribuirlo, pero sin duda se trataba de un ingrediente sobrenatural. De repente, empezaron a ocurrir cosas. Un objeto volador perfectamente identificable entró por la ventana y casi me degüella: era una pizza sin anchoas ni pimientos, como las de las teleseries. Soy de natural escéptico. Cómo van este año los repartidores, me dije, sin más, aduciendo el fenómeno a un error en la dirección del destinatario, y me limité a volver a arrojar la plasta al exterior, en plan discóbolo pero al tuntún.Atribuí lo sucedido a mi costumbre de desvariar después de ver la televisión, como cuando sueño que esta noche mi papá tampoco va a poder acompañarme a presenciar el partido de los Yankees, porque trabaja demasiado y eso destroza la unidad de mi familia. A veces, después de ver los programas de tarde con chismes de famosos, sueño que alguien entra en mi casa con un hierro candente para tatuarme un toro o dos en cada nalga. Claro que dispongo de otro delirio mucho más agradable, que me asalta después de haber visto el par de capítulos de Ley y orden que Canal Satélite Digital estrena los lunes en su Calle 13. Ahí figura que he cometido un delito y viene a detenerme Chris North (desde hace poco, el nuevo novio de Wynona Rider), y que me empuja contra la pared, me pone las esposas y, después de leerme mis derechos, me los satisface de arriba abajo.

De modo que no hice caso. Pensé que eran manías mías. Pero lo raro seguía en el ambiente, porque luego se sucedieron los prodigios, digamos, de carácter objetivo, aquellos que cualquiera que esté más o menos al tanto de lo que pasa puede apreciar. La santificación del último zar y de su última familia por la última Iglesia Ortodoxa Rusa; la conversión de Tom Hanks en asesino en su próxima película, haciendo real aquello que decía el poeta, que empiezas yendo a misa y acabas matando a tu madre; la decisión de Al Pacino de trabajar junto a una actriz virtual, creada por ordenador, ¡mientras Kim Basinger está en el paro! Y lo peor de todo: la noticia de que Donatella Versace va a ser contratada por Putin para que diseñe los trajes de los astronautas de su próximo proyecto espacial. A poco que el espacio esté habitado por seres mínimamente más inteligentes que nosotros, les van a pegar unas hostias importantes cuando salgan a flotar, vestidos de Elton John.

Si esto no es el fin del mundo, observé, olfateando el aire, repleto de azufre, se le parece. Y si se le parece, aunque no lo sea, puede producir efectos devastadores sobre la raza humana que viaja en primera o, al menos, en preferente. Porque los habitantes del planeta habitualmente puteados ya tienen la costumbre de sufrir, su Apocalipsis es siempre ahora, como lo demuestra el hecho de que hasta cuando son felices son tan desgraciados como cuando son infelices. Y si no, que se lo pregunten a esas cien familias coreanas que han podido saludarse después de cincuenta años de separación, en el comedor de un hotel y delante de las cámaras, y que luego han sido devueltas al remitente de un mandao, como yo devolví mi pizza virtual. Sin embargo, para quienes gozamos de un bienestar razonable, un simple apagón de luz nos descontrola, y el hecho de ver a Forrest Gump degollando en serie después de haber salvado al soldado Ryan nos trastocaría los valores.

Y, de repente, lo entendí. "Está pasando, lo estás viendo", me dijo CNN+, mostrándome imágenes de última hora. Unos 600.000 castos jóvenes aparecían reunidos en torno al Papa, con toda la potencia de sus cuerpos virginales concentrada en Roma, arropando al carismático pastor. Cientos de miles de tampax y compresas, toneladas de granitos, bozo, poluciones nocturnas reprimidas. ¿Se dan cuenta? Si Carrie hizo lo que hizo, no siendo más que una sola adolescente con ardores, ¿qué no pueden conseguir esas legiones de partidarios de obedecer los mandatos de la Iglesia Católica en materia de sexualidad? Piénsenlo bien. Este domingo serán cerca de un millón y constituirán el más formidable equipo de telequinesis jamás congregado a los pies del sucesor de San Pedro. Yo que ustedes empezaría a buscar un escondite. Si es que da tiempo.Donatella Versace

Va a ser contratada por Putin para que diseñe los trajes

de los astronautas de su próximo proyecto espacial