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LOS PROBLEMAS DE LOS INMIGRANTES

Remite la protesta de los temporeros magrebíes de Lleida pese a que un grupo sigue en paro por motivos laborales

El municipio de Aitona (Lleida) respiraba ayer un ambiente de calma tras la tormenta. Los temporeros magrebíes volvieron al trabajo en las fincas después de un día de huelga provocada por una redada que llevaron a cabo los Mossos d'Esquadra el domingo, y en la que, dijeron, recibieron un trato vejatorio. Por contra, en Soses, población vecina de Aitona, la protesta ha adquirido un tono claramente laboral. Los más de cien temporeros de la empresa Espax siguen en huelga indefinida para reclamar mejoras en su trabajo y alojamientos.Un grupo de estos trabajadores se concentraron el lunes ante las instalaciones de la empresa, y ayer permanecían encerrados en el interior. Piden un aumento salarial porque, dijeron, trabajan más de 15 horas diarias y las horas extraordinarias no se cobran a precio de convenio. Además, aseguran que hay un grupo de temporeros portugueses que trabajan sin contrato y denuncian la precariedad de los alojamientos facilitados por la empresa.

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"Dormimos más de 100 personas en un almacén sin condiciones", afirman. El propietario de la empresa, Cayetano Espax, se mostró sorprendido por estas protestas, ya que, desde su punto de vista, los alojamientos de sus trabajadores son de los mejores de la zona. "Tienen cocina de butano, tres inodoros y cuatro duchas con agua caliente, algo que encontrarían en pocos sitios en Lleida", explicó.

CC OO se ha ofrecido para mediar entre los temporeros y la empresa, y hoy está prevista una reunión con el propietario para intentar mejorar las condiciones de estos trabajadores. El sindicato también investigará si en Aitona se han producido despidos como represalia tras la huelga.

Las tensiones que se viven estos días en Aitona o en Soses evidencian la delicada situación que atraviesan cada verano las poblaciones del Bajo Segre. La campaña de recolección de la fruta atrae a miles de inmigrantes, que no siempre encuentran trabajo, y que llenan las calles y las plazas de estos pequeños municipios. Es la mano de obra imprescindible pero que, como denuncian los sindicatos y los temporeros, parece que a nadie interesa integrar y que crea una olla a presión que cada verano estalla en pequeños conflictos con los vecinos, como ha sucedido en años anteriores, o dentro del propio colectivo de temporeros. Ayer los Mossos d'Esquadra detuvieron en Aitona y en Serós a dos magrebíes acusados de intento de homicidio por haber apuñalado a dos compatriotas en peleas registradas el fin de semana.

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