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La presencia de metales pesados en el Segura supone riesgos para la salud, según un informe

Un informe de la Universidad de Murcia revela que las aguas del río Segura contienen parámetros en níquel, cadmio, cromo y organismos microbianos "muy por encima" de los límites máximos previstos en la normativa, y que la presencia de estos elementos genera riesgos para la salud. Sobre la existencia de cadmio en las aguas, el estudio indica que "existe una discordia permanente" entre los datos de las universidades de Alicante y de Elche. Más allá de la discusión técnica, subraya el informe, permanece el "hecho irrefutable" de la presencia de este metal en el Segura.

Análisis incompletos

El estudio, encargado al departamento de Ecología e Hidrología de la Universidad de Murcia por la Plataforma Ciudadana Segura Limpio, contiene un diagnóstico de la calidad de las aguas del Segura a partir de los datos analíticos contradictorios aportados por las universidades de Alicante y Elche.Del análisis de ambas universidades, los responsables del centro docente de Murcia infieren que las aguas del Segura contienen metales pesados que generan riesgos para la salud y otras sustancias que rebajan la calidad del agua que se destina al riego o a usos industriales.

Dentro del paquete de metales pesados prohibidos por la legislación, la analítica ha detectado níquel, un metal que "aumenta el riesgo de diversos cánceres, y cadmio, que puede ser absorbido por las cosechas y producir en las personas lesiones en el hígado, cerebro y riñones. Con este metal, dice el informe, existe "una discordia permanente" entre los resultados obtenidos por las universidades de Alicante y Miguel Hernández de Elche. En todo caso, la conclusión de la Universidad murciana es tajante: "Permanece el hecho irrefutable de la presencia de cadmio en el Segura", lo que contradice la normativa vigente, que exige la total ausencia de este metal en las aguas.

También se ha hallado cromo, metal que pasa a las aguas a través de los desechos industriales de las factorías de curtidos de Lorca (Murcia). En las muestras analizadas aparecen subidas "muy alarmantes" en determinados muestreos que se mantienen en casi todas las estaciones, con valores "muy superiores" a los que establece la legislación.

Los resultados obtenidos en los análisis bacteriológicos indican una "gran carga contaminante" de origen fecal, puesto que hay valores que superan las 50.000 unidades formadoras de colonias, cuando la legislación no permite la presencia de gérmenes patógenos.

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Los análisis también han detectado otras sustancias que si bien no inciden directamente en la salud de las personas sí merman la calidad del agua para riego o usos industriales. Se trata, entre otros, de sodio, magnesio, calcio, bicarbonatos, sulfatos, cloruros y boro. Los muestreos concluyen que las aguas del Segura contienen todos estos elementos en cantidades superiores a las permitidas.

En el apartado de sustancias que no sobrepasan los límites legales, los análisis han revelado la presencia de potasio, hierro, manganeso, zinc, cobre y plomo. El informe señala sobre este último metal que su presencia es "cuantitativa" y, aunque las muestras no sobrepasan el valor máximo permitido, hay estaciones que presentan "subidas muy sorprendentes", quizá debidas a descargas puntuales de vertidos. El plomo es "un importante veneno" que se acumula en el organismo.

La Universidad de Murcia sostiene que los análisis de los centros docentes alicantinos son incompletos. A juicio de los profesores de Ecología e Hidrología, la analítica debería incluir el fósforo, cuya ingestión en exceso puede producir irritaciones gastrointestinal por su efecto caústico, vómitos y diarreas.Tampoco se han analizado otras sustancias presentes en el agua, como pesticidas y plaguicidas, que penetran en el organismo por ingestión de alimentos (verduras, hortalizas, frutas) regados con agua contaminada. El principal problema de estas sustancias es su "lenta acumulación" en los suelos, plantas y animales; y la aparición retardada de sus efectos tóxicos.

La Universidad murciana deja claro en su informe que los problemas para la salud pública que pueden presentarse son "reales", aunque matiza que "no están suficientemente estudiados". En consecuencia, apunta, los efectos cancerígenos de ciertos agentes contaminantes ambientales son de una "magnitud desconocida".

La contaminación del agua por sustancias químicas puede acarrear "terribles consecuencias", advierte el estudio, ya que los ríos son muy vulnerables al envenenamiento por los productos tóxicos (plomo, zinc, cadmio, níquel...). Y el río Segura contiene esos elementos.

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