Caldera aprecia un giro "favorable pero insuficiente" en los nacionalistas e "inmovilismo" en el Gobierno
Jesús Caldera, el futuro portavoz del PSOE en el Congreso de los Diputados, quiso apreciar ayer varios signos de una posible nueva dirección en la cúpula del PNV en la mayoría de las afirmaciones que realizó Xabier Arzalluz tras la reunión del Euskadi Buru Batzar. Caldera entendió que las palabras de Arzalluz apuntan un "cambio favorable, pero aún insuficiente". El diputado socialista valoró especialmente que el presidente del PNV, al señalar que "el Pacto de Lizarra está invalidado, abre una posibilidad de explorar caminos de diálogo que ya veremos en qué acaban". Aunque también criticó otras expresiones por "ambiguas" o incluso "injustas" con el Gobierno.En el PSOE atisban de las últimas reacciones de Arzalluz e Iñaki Anasagasti "que algo se mueve en el PNV", aunque comprenden que ese camino no es "fácil ni sencillo". Caldera midió mucho sus palabras ayer para no transmitir excesivo optimismo, pero se negó a caer en el "inmovilismo y la incapacidad para leer entre líneas del Gobierno, que parece que tiene orejeras para no ver lo que está ocurriendo en el PNV".
Otro dirigente del PSOE, el miembro de la Ejecutiva Federal Juan Fernando López Aguilar, responsable de política autonómica, dio por muerto Lizarra con ese "paso significativo" de Arzalluz y reclamó al Gobierno que recapacitara. El portavoz de los socialistas catalanes, Miquel Iceta, corroboró que podía ser "el primer paso hacia el cambio de estrategia que queremos".
El secretario general del PSE, Nicolás Redondo Terreros, matizó ayer que mientras el PNV crea vigentes los principios de Lizarra "es imposible que haya un diálogo inteligente que afecte a lo fundamental en el País Vasco". Redondo aceptó que puede haber un movimiento por parte del PNV, aunque calificó el discurso de Arzalluz de "confuso".
Caldera reiteró ayer que la estrategia del PSOE ante el problema de la violencia pasa por reforzar la cooperación con el Gobierno y lograr la reunificación de todos los demócratas. En ese sentido, subrayó el interés del PSOE por convocar un encuentro parlamentario entre todos los partidos, iniciativa a la que se opone el Gobierno del PP hasta que el PNV rompa con el Pacto de Lizarra.
"Más cambios"
Los socialistas entienden, según Caldera, que tanto el artículo de Anasagasti como la posición de Arzalluz dan alguna razón para la esperanza. Caldera retomó ayer un principio de Maquiavelo en El Principe -"siempre un cambio da pie para la preparación de otro cambio"- para apostar porque en un futuro sin agobios el PNV siga "encadenando más cambios".Eso sí, Caldera lamentó la "ambiguedad calculada" de Arzalluz al dejar vigentes muchos de los principios de Lizarra que podrían conducir a una división entre "nacionalistas y no nacionalistas, más que entre demócratas y no demócratas". Y zanjó como algo "injusto, inadmisible e inaceptable" que Arzalluz sitúe a ETA y al Gobierno en un mismo plano. Línea que refrendó Redondo Terreros.
El portavoz parlamentario de IU, Felipe Alcaraz, habló ayer de "avance" al evaluar el adjetivo "invalidado" usado por Arzalluz para definir Lizarra. Alcaraz demandó del PNV una ruptura formal de ese foro soberanista y exigió al Gobierno que supere las tentaciones electorales y aproveche esta "importantísima ocasión". El coordinador de IU en Euskadi, Javier Madrazo, reiteró la necesidad de convocar otro foro multipartito ajeno a Lizarra o Ajuria Enea.
El secretario general de EA, Gorka Knörr, remachó la apuesta de su partido, socio del PNV en el Gobierno vasco, por seguir trabajando en Lizarra, "que es escrupulosamente respetuoso con los principios democráticos y con la voluntad de la mayoría".
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