Niurka: "Iría bajo bandera olímpica"
El caso de Niurka Montalvo, vetada por Cuba, su país de origen, para representar a España en los Juegos Olímpicos de Sydney por no haber transcurrido tres años desde su nacionalización en 1999, podría tener una tercera vía. Ni participar por España ni quedarse sin los Juegos. Ir, pero bajo la bandera olímpica. Tendría que permitirlo el Comité Olímpico Internacional (COI) -sin provocar otro conflicto con Cuba-, ya que el Español (COE) estaría dispuesto a inscribirla. De hecho, ya está inscrita, su acreditación está en estos momentos en la mesa del despacho del presidente del COE, Alfredo Goyeneche, y simplemente, aunque no representara a España, le permitiría la participación, como mero gestor o presentador, porque ella individualmente no puede hacerlo. No sería el primer caso, porque ya sucedió en Moscú 80, con bastantes países a causa del primer gran boicoteo promovido por Estados Unidos, y en Barcelona 92, donde participó el equipo de la Comunidad de Estados Indepenientes (CEI) como una solución puente tras la desintegración de la Unión Soviética. El plusmarquista mundial de 800 metros, Wilson Kipketer, no lo hizo en Atlanta 96, tras negarle el plácet Kenia, porque en Dinamarca, su nuevo país, sólo llevaba siete de los ocho años que se le pedía de residencia.No es el caso de Niurka con España, que se acogería al propio espíritu de la norma 2 de la Carta Olímpica: "Los Juegos son competiciones entre atletas, en pruebas individuales o por equipos, y no entre países. Congregan a atletas designados a estos efectos por sus respectivos comités olímpicos nacionales, cuyas inscripciones han sido aceptadas por el COI y que compiten bajo la dirección técnica de las correspondientes Federaciones Internacionales".
Niurka no descarta esa posibilidad. "Yo preferiría participar con un equipo, porque, en caso contrario, sentiría alrededor mío como un vacío, me sentiría rara. Pero también me encantaría participar, por lo que estaría dispuesta a ir bajo bandera olímpica. Los Juegos son para los atletas, que nos esforzamos para ir".
La campeona del mundo de salto de longitud en Sevilla 99 aún tiene esperanzas de una solución para competir con España: "Yo me siento optimista, mientras hay tiempo se puede solucionar", decía ayer desde su lugar de entrenamiento de La Atalaya, entre Estepona y Marbella, recién llegada de la reunión de Zúrich donde saltó unos magníficos 6,85 metros. "Pensaba llegar a los 7, pero fue imposible con los dolores de cabeza que tenía". Niurka muestra una entereza admirable, pero no puede evitar su malestar tras la nueva decisión cubana de ordenar a sus atletas abandonar España por unos agravios inexistentes del presidente de la Federación Española, José María Odriozola. "No sé ni los motivos que han tenido para sacarlos de España", dice. "No creo que eso cambie la buena relación que ha habido de los atletas tantos años con España. Todo se está yendo de contexto y llegando a unos niveles insospechados, cuando de lo que se debe hablar es de deportes y de olimpismo".Niurka fue la primera perpleja por el veto: "Para mí fue una sorpresa, porque siempre creí que el plazo de tres años era sin competir con Cuba, lo que cumplía de sobra, pero no desde la fecha de nacionalización. Y aun así pensé que no pasaría nada después de participar ya con España en unos Mundiales, que es una competición del mismo gran nivel". Pero la norma 46 de la Carta Olímpica, a la que se ha acogido Cuba, permite el veto para los Juegos, aunque hay un trasfondo de venganza política muy claro. José Ramón Fernández, el presidente del Comité Olímpico Cubano, ha hablado del gran enfado que tienen con Niurka por haber desertado. Ha sido otra sorpresa porque su largo proceso, terminado en matrimonio en 1998 con un español al que conoció en 1994, parecía que no había dejado heridas. "Sí, lo he leído", comenta Niurka. "Yo estaba en una concentración y me marché. En 1998 hablé con ellos para seguir compitiendo por Cuba, pero no fue posible. Yo intento ser siempre lo más cauta posible porque son muy susceptibles. Pero esas palabras, la dignidad del pueblo, me suena tan lejano... Yo no creo que manche la dignidad del pueblo cubano para nada. Yo tengo mi dignidad intacta como cuando competía por Cuba. Ni el pueblo cubano se va a sentir indigno por mi culpa; muchos me conocen y se alegran de mis triunfos. Hay que mirar a la persona. Lo único importante es lo que uno siente por dentro y yo me siento cubana y española. En fin...¡Que cojan a otro!".
Al Comité Olímpico Español le queda aún por presentar un recurso ante el COI, aunque con pocas posibilidades de prosperar. Y faltan las gestiones cada vez más políticas que deportivas, al más alto nivel, pues todo hace indicar que la decisión cubana proviene de Fidel Castro y su política de pasar factura a quienes crió con la Revolución y en pleno rearme moral tras el triunfo del caso Elián. La realidad parece más pesimista que la percepción de Niurka, pero ella, mientras tanto, competirá el próximo fin de semana en Mónaco y, quizá, luego en Bruselas. Hasta primeros de septiembre tiene esperanza olímpica.
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