La despedida
Llevaba semanas esperando aquel momento, sabía que tenía que llegar y me había preparado para reaccionar como en el cine, donde las despedidas suelen ser los momentos culminantes de las historias de amor. Pero no contaba con que el azar nos uniese por una señal vía satélite. No era el mejor momento, pero era el único. Había ensayado un montón de respuestas irónicas, tajantes y demoledoras, pero a la hora de la verdad sólo pude decir "ya hablaremos". No era mi mejor frase, pero fue la última.Me había pedido un gesto, sólo un gesto, que demostrase mi amor por ella. Algo que sirviese como base para reconstruir las ruinas de una relación. Sentí que se me llenaban los ojos de lágrimas, corté la comunicación telefónica y seguí conduciendo. No era mi mejor gesto, pero fue el último.-
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