Detenidos los oficiales del buque del que saltaron 46 inmigrantes en Pasaia
Huida sospechosa
El capitán y los cuatro oficiales del Unity XI, el buque del que se lanzaron el miércoles al mar 46 inmigrantes -38 marroquíes y ocho argelinos- cerca del puerto de Pasaia, fueron detenidos ayer y puestos a disposición judicial tras prestar declaración en San Sebastián. Según fuentes de la Subdelegación del Gobierno en Guipúzcoa, podrían ser acusados de un delito de introducción ilegal de ciudadanos extranjeros en España.Mientras tanto, los polizones, que previsiblemente serán expulsados hoy del país, permanecen custodiados por agentes del Cuerpo Nacional de Policía y la Guardia Civil en el gimnasio del puerto, habilitado para ellos la víspera.
La actividad fue intensa durante todo el día. A primera hora de la mañana, funcionarios del Servicio de Identificación del Departamento de Extranjería se desplazaron a Pasaia para ratificar si 21 de los 48 inmigrantes son menores tal y como han declarado a los funcionarios.
Los jóvenes, extremadamente delgados, salieron del pabellón escalonadamente y en grupos de siete para ser trasladados a un hospital donostiarra, en el que se les practicó una prueba ósea para averiguar su edad. Anoche todavía se desconocía el resultado de las pruebas efectuadas. En todo caso, una vez acredidato ese extremo, los de menos de 18 años pasarán a disposición de la Fiscalía de Menores y será la Diputación Foral de Guipúzcoa la que se haga cargo de su tutela y custodia.
El resto de los inmigrantes, que estuvieron asistidos por la Cruz Roja en todo momento, aguardaban ayer con resignación a que se tramite su expulsión. Los marroquíes serán devueltos automáticamente a su país en virtud del acuerdo con España. En el caso de los argelinos, se aplicará la legislación general, lo que supone que serán devueltos a Casablanca, su puerto de origen.
El Unity XI, con bandera de Saint Vicent y Granadines, fue fletado a casco desnudo (sin tripulación) a la empresa ucraniana Boris Kaluginkb International Sheeping. Partió de Casablanca cargado de chatarra con 13 tripulantes: cuatro ucranianos, un ruso y ocho marroquíes. En su interior viajaban los inmigrantes. Se desconoce lo que sucedió cuando navegaban por el litoral vasco a una milla de Pasaia. Ellos afirman que se produjo una pelea con los marineros en la que se esgrimieron armas y que se vieron obligados a saltar al mar. Nadie se atreve a avanzar más datos hasta conocer la declaración oficial de los tripulantes. Sin embargo, fuentes policiales llaman la atención sobre la forma irregular en la que se produjo la huída despavorida del carguero. También, desde el Centro de Ayuda al Refugiado (CEAR), que apunta además: "No es entendible que, si viajaban en el barco como polizones, el capitán los dejara darse a la fuga. Ese comportamiento está penalizado con una multa de 30 millones de pesetas por cada uno. Más que de polizones tendríamos que hablar de otra cosa".
Tampoco ha trascendido información sobre los detalles de este presunto tráfico de inmigrantes. Sólo queda claro que partieron con el destino fijado en el sur de España."Yo iba a recoger fresas", se lamentó uno de ellos.
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