44 polizones marroquíes saltan de un barco en Pasaia tras una pelea con la tripulación
Cuarenta y cuatro polizones marroquíes que viajaban en el carguero Unity XI se lanzaron ayer al agua cuando avistaron cerca del puerto guipuzcoano de Pasajes un barco pesquero. Huían despavoridos de una pelea con la tripulación en la que se esgrimieron armas, según dijeron luego. Nueve de ellos fueron atendidos en centros sanitarios por problemas de deshidratación y el resto, retenidos en la zona portuaria. Llegaron con escasa ropa y sin documentos. En el último año, al menos 120 hombres han intentado entrar en España escondidos en buques mercantes a través de este puerto.
Casablanca
El buque Unity XI con bandera de Saint Vicent y Granadines fondeó ayer a mediodía en el litoral vasco, aproximadamente a una milla de la bocana de Pasaia. Los pescadores de una embarcación que arribaba a puerto después de faenar no podían dar crédito de lo que estaban viendo. De forma escalonada e imprevista, grupos de inmigrantes se arrojaban al agua desde la cubierta. Primero fueron 16, y así hasta un total de 43 magrebíes, todos varones jóvenes, aunque la mayoría tenían más de 18 años. La huida generalizada del barco tuvo su origen, según fuentes policiales, en una pelea en la que se enzarzaron miembros de la tripulación y los polizones.La hipótesis se refuerza por los testimonios de los pescadores que recogieron a algunos de los inmigrantes del agua. Se prestaron para devolverles al buque mercante. "¡No, no!", les contestaron atemorizados. Simularon ponerse una pistola en la sien y añadieron: "capitán, capitán". Según su testimonio se produjo una pelea en cubierta por causas que se desconocen. Señalaron, eso sí, que en el transcurso del enfrenteamiento se esgrimieron pistolas y otras armas. Entonces fue cuando comenzaron a saltar al mar.
Los polizones aseguran, según las mismas fuentes, que llevaban más de diez días sin comer y que cuando les ofrecieron los pocos alimentos que tenían porque regresaban a puerto, los devoraban con avidez. Estaban desorientados, sin norte, y pensaban que habían alcanzado la costa andaluza. "¡Marbella, Marbella!", gritaban al ver el litoral vasco.
Los pescadores lamentaban ayer por la noche ante sus allegados no haber podido disponer de más medios en ese momento. Fuentes cercanas aseguran que vieron hundirse a varios hombres y no pudieron hacer nada por salvar su vida. Sin embargo, desde la Subdelegación del Gobierno en Guipúzcoa afirman que no tienen constancia de que se ahogara ninguno de ellos..
El buque zarpó de Casablanca (Marruecos) hace doce días y el martes recaló en el puerto de Bilbao. El drama que los inmigrantes dicen haber vivido en el viaje se agudizó ayer cuando tuvieron que saltar al agua. Dos de ellos lograron alcanzar la costa a nado. Pero su esfuerzo por eludir la vigilancia resultó baldío. La Guardia Civil desplegó un amplio operativo para evitar que los inmigrantes encontrasen refugio y lo consiguió; los interceptó ya en las rocas.El pesquero pasaitarra y embarcaciones de Cruz Roja y Salvamento Marítimo salieron hasta la bocana del puerto para socorrer a los polizones y llevarlos a tierra. Algunos desembarcaron con el torso desnudo, otros descalzos, con el aspecto desaliñado de quien ha permanecido tanto tiempo escondido y sin salir de un barco.
Todos fueron asistidos por los sanitarios del puesto permante habilitado por la Cruz Roja. Nueve de ellos, deshidratados y con síntomas leves de desnutrición, fueron trasladados a dos centros sanitarios de San Sebastián: el Hospital Nuestra Señora de Aránzazu y el Hospital de Guipúzcoa. La Guardia Civil acomodó por la tarde al resto de los polizones en el gimnasio de la Comandancia de Marina, que permaneció custodiado por los agentes. La Cruz Roja de San Sebastián, Lasarte, Rentería, Hondarribia y otras localidades cercanas a Pasaia habían habilitado previamente el pabellón; dispusieron camas, colchones y suministraron a los polizones mantas y alimentos para pasar la noche de ayer.
Mientras tanto el Unity XI continuaba fondeado en la costa. Poco antes de las 20.00 horas una embarcación salía en su busca para llevarlo a puerto. El buque atracó en Pasaia aproximadamente hora y media después. En su cubierta llegaba el único polizón que no saltó del carguero junto a los diez miembros de la tripulación.
Los agentes policiales comenzaron ayer a tomar declaración a los inmigrantes, al capitán y los marineros. En una primera inspección ocular del buque por parte de la Guardia Civil no se hallaron armas ni otros objetos que pudieran hacer sospechar de la existencia de la mencionada pelea. Sin embargo, ante los insistentes testimonios de los polizones tenían previsto revisar exhaustivamente las bodegas a lo largo de la pasada noche.
La expulsión de los polizones de origen marroquí de territorio español se realiza de forma automática. No obstante, debido a las condiciones físicas en las que se encuentran los 44 hombres, las autoridades han decidido esperar unos días hasta que se recuperen. Entre los inmigrantes hay algunos menores de edad, aunque aún se desconoce el número exacto. La Diputación de Guipúzcoa deberá responsabilizarse de su seguridad.
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