El PSOE reclama "lealtad" al PP para afrontar la oleada de atentados desde la unidad de los partidos

Las buenas palabras y el clima de total acuerdo en la política antiterrorista que parecían haber dominado los primeros contactos entre la nueva dirección del PSOE y el Gobierno han sufrido un duro revés tras las declaraciones del presidente del Ejecutivo, José María Aznar, en Palma de Mallorca. En ellas decía que "por primera vez se lucha contra el terrorismo desde la democracia".Esta alusión implícita a los gobiernos del PSOE provocó ayer las iras de los socialistas, que sin embargo quieren a toda costa mantener ese clima de consenso que se había logrado. Para ello, ayer reclamaron al Ejecutivo la "necesaria y recíproca lealtad insitucional" y solicitaron a Aznar "responsabilidad" para evitar que sus declaraciones "sirvan de argumento a los violentos y puedan interpretarse como una deslegitimación de la labor que viene realizando el Estado español, en más de 20 años de democracia", en la lucha contra el terrorismo.

Los socialistas condenaron expresamente el asesinato contra el empresario José María Korta y expresaron sus condolencias a los familiares. José Luis Rodríguez Zapatero, el secretario general del PSOE, ha decidido interrumpir sus vacaciones e incorporarse hoy a su despacho. Por la mañana hará una declaración institucional en Almería, y luego volverá a trabajar a Madrid.

El atentado ocultó cualquier otra noticia. Sin embargo, las declaraciones de Aznar provocaron una fuerte contestación de dirigentes socialistas. El más duro fue Jesús Caldera, futuro portavoz parlamentario, quien dijo que la actitud de Aznar era "mezquina" y le pidió que rectifique.

Mercedes de la Merced, que ayer ejercía como portavoz de los populares, se limitó a "dar por zanjada" la cuestión tras el atentado contra Korta: "No procede hablar de ninguna otra cosa".

Los socialistas no se explican por qué Aznar ha decidido precisamente ahora, cuando se vivía uno de los mejores momentos en el clima de consenso entre ambos partidos, lanzar un ataque tan duro contra la forma en que los gobiernos socialistas lucharon contra ETA. Sólo se atreven a pensar que era una forma de respaldar a Jaime Mayor, ministro del Interior, quien sin embargo, según fuentes de este departamento, no se refería al PSOE cuando dijo en la entrevista publicada en el EL PAÍS el pasado domingo que por primera vez se estaba "combatiendo a ETA con la democracia y no con la guerra", sino que hablaba en un marco histórico más general.

"ETA es el pasado más negro de España, y la estamos combatiendo, por primera vez, con la democracia y no con la guerra", dijo el ministro en la entrevista.