El oeste de Estados Unidos sufre los peores incendios de los últimos 50 años

Desde hace algo más de dos semanas el oeste de Estados Unidos se ha convertido en una gigantesca hoguera. Es la peor racha de incendios que se recuerda en los últimos cincuenta años: desde principios de 2000, más de millón y medio de hectáreas han sido presa de la llamas. El fuego, alimentado por una fuerte sequía y una serie de tormentas eléctricas, está afectando a 11 Estados norteamericanos, donde precisamente se encuentran los mayores parques naturales del país.

Ayuda del Ejército

El Ejército, los marines, y bomberos de México y Canadá han tenido que acudir en ayuda de los equipos locales. Mañana, el presidente Bill Clinton dejará la isla Martha´s Vineyard, donde está de vacaciones, y viajará hasta el Estado de Idaho, una de las zonas más castigadas por los incendios. Algo más de 300.000 hectáreas (una superficie equivalente a la de la provincia de Álava) ardían ayer en Estados Unidos. En total, desde enero, 62.000 incendios han arrasado todo el oeste del país en 11 Estados: Arizona, Colorado, Idaho, Montana, Nevada, Nuevo México, Oregón, Utah, Washington y Wyoming. Ya es más del doble de lo que se suele registrar en todo un verano y recuerda las peores temporadas de los años cincuenta, que en dos catastróficos años (1950 y 1952) acabaron con 12 millones de hectáreas de bosques. No obstante, y a la espera de cómo evolucionen las condiciones meteorológicas, la situación se mantenía ayer estable

"El oeste está demasiado seco. Ésta es la consecuencia de años y años de sequía", se lamentaba ayer Mary Apple, una de las reponsables del Centro Nacional contra Incendios del Estado de Idaho. "Lo peor es que el parte meteorológico anuncia las mismas condiciones para los próximos dos o tres meses".

"Estamos a la merced de la madre naturaleza. Como no cambie el tiempo, vamos a tener varias semanas muy duras por delante", dijo Mike Dombeck, jefe de la Agencia Forestal norteamericana. La mayoría de los incendios han sido causados por los relámpagos de una serie de tormentas que se abatieron sobre la región a finales del mes de julio. Otros, como el del bosque de Cleveland, están siendo investigados porque no está claro qué pudo causarlos.

Ante la magnitud del siniestro, las autoridades locales han tenido que recurrir a los militares. Tres regimientos de Fort Hood, en el Estado de Tejas, ya han sido repartidos en Idaho y Montana. Otros 500 marines de Camp Pendleton, en California, llegaron el pasado sábado a Idaho Halls. En dos semanas, este Estado ya ha perdido entre las llamas algo más de 400.000 hectáreas. Estados Unidos incluso ha tenido que pedir ayuda a sus vecinos. Ocho equipos de Canadá han sido desplegados en Montana mientras que México ha mandado a sus bomberos a Arizona.

El Centro Nacional contra Incendios asegura que la situación está mas o menos bajo control. "Algunos de los incendios se han extendido pero otros han podido ser contenidos", aseguró Apple. Por ahora, no se han producido víctimas, pero algunas zonas han sido evacuadas como medida de precaución.

Los incendios han afectado algunos de los mayores parques naturales de Estados Unidos. Por ejemplo Mesa Verde, una de las reservas más espectaculares del Estado de Colorado, donde se encuentran la más amplia colección de restos arqueológicos del país. La reserva tuvo que ser cerrada por el incendio justo 12 horas después de reabrir sus puertas, que habían permanecido cerradas durante semanas debido a un incendio anterior.

El bosque Nacional de Secuoyas, a 300 kilómetros al norte de Los Ángeles, ha perdido algo menos de 30.000 hectáreas. La Reserva Montañosa de Utah también se vió afectada por el fuego y tuvo que evacuar a sus empleados.

Más información en www.nifc.gov