Los vecinos afectados por el temporal de junio se manifiestan en Montserrat

Unos 50 vecinos de los barrios de la Farinera y de Can Xesc de Sant Vicenç de Castellet que sufrieron los efectos del temporal del 10 de junio trasladaron ayer su protesta al monasterio de Montserrat, para exigir una solución a sus problemas. El santuario tuvo su principal acceso por carretera cortado al tráfico de vehículos, lo que provocó que durante la mañana de ayer tuviera menos visitantes de lo habitual.El grupo de manifestantes que subió andando desde Monistrol y otro grupo que lo hizo en vehículos particulares llegaron al monasterio hacia las 12.00 del mediodía y repartieron entre los turistas y feligreses unos folletos en catalán, castellano, inglés y alemán en los que exponían la falta de ayudas y la necesidad de que se hagan obras en la riera de Castellet que se desbordó, para que no se repitan las inundaciones.

Los vecinos se quejan porque consideran insuficientes las ayudas que han recibido de la Generalitat, que son como máximo de 500.000 pesetas y que tienen un carácter de asistencia social, por lo que han llegado a un reducido número de familias. Los vecinos afirman que para reparar las infraestructuras se necesita gastar en cada hogar dos millones y medio de pesetas, al margen del coste de los electrodomésticos y los muebles.

Matías Mares, presidente de la Asociación de Vecinos de la Farinera y de la comisión de afectados, calificó de "ridículas" las ayudas y lamentó que dos meses después del temporal aún haya familias que no pueden dormir en sus casas, otras que sólo han podido recuperar parcialmente sus fincas, un empresario que ya ha decidido abandonar su negocio y el resto que no han recibido las ayudas anunciadas.

Los vecinos se quejan también de que durante este mes de agosto se hayan quedado sin interlocutores de la Administración debido a las vacaciones. La comisión de seguimiento que crearon diversas administraciones a finales de julio no se reunirá hasta septiembre.

La ascensión a Montserrat estaba encabezada por una pancarta en la que los afectados solicitaban la intervención de la La Moreneta para que les solucione de la manera que sea posible los problemas que no encuentran remedio por la vía administrativa.