Un paseo por el arte olvidado

La catedral de Astorga y el modernista Palacio Episcopal, obra de Gaudí, albergan 300 piezas de nueve siglos, tan exquisitas como desconocidas. Muchas de esas obras, que se exponen en la muestra Encrucijadas, la octava de Las edades del hombre, no proceden de museos, ni de grandes colecciones adquiridas a golpe de talonario. Ni siquiera figuraban algunas de ellas, hasta ahora, en catálogos ni en libros de arte especializados. Se trata de piezas, de entre los siglos IX y XVIII, la mayoría de primera línea, que han sido salvadas del olvido y quizá de una destrucción segura en pequeñas ermitas de pueblos recónditos, monasterios y conventos de clausura de la comunidad autónoma.El recorrido por los casi 3.300 metros cuadrados de la exposición puede superar una hora, acompañado por una suave música barroca y renacentista, composiciones de maestros de capilla, de las que los archivos de Castilla y León guardan alrededor de 64.000 partituras inéditas que, tras ser creadas, nunca más volvieron a sonar.

Las visitas vespertinas guiadas, los sábados a partir de las 20.30 horas, que se acompañan con un refrigerio y un concierto posterior de órgano, al precio de 6.000 pesetas y para un máximo de un centenar de personas, están cosechando un éxito de público. El Palacio Episcopal muestra un añadido de la exposición, una pequeña parte de la rica historia de la diócesis y alguna de sus devociones. Aquí, el precio por persona es de 500 pesetas, una cantidad que Antonio Meléndez, comisario de la exposición, justifica en el enorme coste de las restauraciones que se abordan y que han logrado salvar en conjunto en ocho ediciones 2.600 piezas singulares. El presupuesto de esta edición es de 350 millones de pesetas.