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Reportaje:VERANO 2000

Una noche muy movida

GRANADA

Merengue y 'botellón'-CÁDIZLa movida de la capital gaditana abandonó a mediados de junio el casco antiguo y ya lleva más de un mes instalada en el Paseo Marítimo. La noche estival comienza, por regla general, en torno al alcohol. Algunos supermercados y almacenes abastecen de packs (licores, refrescos, bolsas de hielo y vasos desechables) a precios económicos; las bebidas más solicitadas son el tinto de verano, el whisky y el ron.

MÁLAGA

La glorieta Ingeniero La Cierva es el punto capital del botellón. Aquellos que pueden costearse las copas en barras (entre 500 y 700 pesetas) optan por los chiringuitos de la playa. Hacia las dos de la madrugada, más de 3.000 noctámbulos se dan cita en la calle Muñoz Arenillas. El merengue y los productos musicales pseudolatinos se apoderan entonces de las pistas de baile. Entre las drogas, el hachís, la cocaína y las sustancias de diseño reinan en la noche gaditana. A las cinco de la madrugada, la movida se desplaza hacia los chiringuitos de la playa de Cortadura, a las afueras de la ciudad; quienes disponen de vehículo se mueven a Puerto Sherry o viajan hasta Conil.

HUELVA

La movida ha dejado un reguero de problemas en los municipios gaditanos, como los que provocaron las protestas vecinales en El Puerto de Santa María hace dos años. Este verano, el Ayuntamiento portuense, para aplacar las quejas, impide el paso de vehículos a los aledaños de la plaza de toros cuando los botellones amenazan con desbordarse y organiza conciertos de música para llevar la movida al extrarradio.

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SEVILLA

Éxodo a la costaEn agosto, toda Granada se traslada a Almuñécar. Y con toda Granada se traslada también toda la movida, de modo que la localidad costera, al llegar la noche, se convierte en un inmenso sarao de pubs, locales de copas y plazas a rebosar de jóvenes que trasladan el hábito del botellón a las orillas del mar. Es entonces cuando Almuñécar adquiere el tinte de fiesta permanente.

ALMERÍA

Varios son los frentes para la juerga. Desde los chiringuitos de playa que se convierte en pubs nocturno, hasta los clásicos locales en el interior del pueblo, sitios como El Colegón o el Zoplete, idóneos para empezar una noche de marcha. Pero, sin duda, es la Plaza Kelibia la que concentra un mayor número de personas, con locales en los que, a ciertas horas de la madrugada, y con la música disco a tope, no cabe un alfiler.

La fiesta está garantizada para todas y cada una de las noches de agosto en locales como Robert Pub, El Rincón del Mar, la Pelillera, Análisis Clínicos o La Botellita, donde sólo sirven las bebidas en botellas en miniatura.

Benalmádena, al alzaPuerto Marina, en Benalmádena, se puso de moda hace cuatro años y desde entonces compite con Marbella en las noches de la Costa del Sol. "Vengo desde Córdoba y me gusta venir aquí por la cantidad de bares que encuentro" comenta José, un cordobés que ha alquilado 25 días un apartamento en Benalmádena con tres amigos y casi todos los días sale de marcha por el puerto.

Un empleado de la discoteca Tabú explica que la mayoría de la gente que acude al puerto son personas entre 25 y 30 años que se gastan una media de 4.000 y 5.000 pesetas por noche. Las copas en esta discoteca, como en la mayoría de los bares del puerto, cuestan 800 pesetas; la mayoría de la clientela son turistas que pasan sus vacaciones en Torremolinos, Fuengirola y Málaga y que recorren unos decenas de kilómetros antes de salir de marcha.

La oferta nocturna de Marbella es ya un clásico. Los lugares de marcha se centran en dos puntos distintos del término municipal: el centro de la ciudad y Puerto Banús. En el casco antiguo, abundan los pequeños pubs y la clientela española. A partir de las dos de la madrugada la movida se traslada a las discotecas Dolmen y Zimbaue, aunque la gran mayoría elige a Puerto Banús para continuar la noche. En el recinto portuario el ambiente es más internacional y a fin de cuentas diferente en todos los sentidos, sobre todo en los precios. La Comedia sigue siendo el local más frecuentado aunque otros como La Bruja, Dj´s, Emporio, Terra Blues, Joe´s y el Boss no le van a la zaga y este año se han incorporado nuevos locales irlandeses, como el O'Grady y Red Lion. De aquí los más pudientes se trasladan a las discotecas Olivia Valère y Dreams, y los más noctámbulos al antiguo Rum, abierto hasta la mañana siguiente.

La calle Ancha de las copasLa madrugada onubense tiene su centro en la calle Ancha de Punta Umbría, el lugar por excelencia de copas de los veranos en la provincia. Salir por allí cuesta a cada joven unas 2.000 pesetas. El precio de una copa oscila entre las 400 y las 700 pesetas. Naturalmente resulta más económico el botellón. Los adolescentes y los menos adolescentes lo hacen en el muelle, en la plaza de Pérez Pastor, con las puertas del coche abierta y la música a toda pastilla. La noche entre botellas le sale a cada joven por unas 500 pesetas.

Los locales de moda en esa zona de la costa son dos carpas ubicadas entre la playa de La Bota y El Portil. Se llaman Samoa y Puerto Príncipe. Distan entre sí un kilómetro, aproximadamente, y hay jóvenes que lo recorren a pie, por la playa. "En ocasiones, alguna pareja hace parada sobre la arena", comentaba en la madrugada de ayer una joven.

Hay pubs en los que se fomenta el consumo de algún producto mediante concursos y camisetas que sirven para abrigarse algo de la brisa de las siete de la madrugada, hora en la que muchos jóvenes se retiran a casa con el cansancio de la noche a cuesta.

En Matalascañas, la juventud se divierte en los bares ubicados en el margen izquierdo de la avenida de acceso a la playa. El botellón se hace sobre el césped de la mediana de esa calle.

Los más tranquilos pueden ir este verano a pubs como La Tertulia, de Ayamonte. Allí, un pianista refresca la noche con temas ahora renacidos de Tom Jones.

La orilla marca el caminoLa nueva normativa de Ayuntamiento para bares y terrazas, que entró en vigor el 18 de mayo, ha retrasado este verano el apogeo de la movida en Sevilla. Hasta hace apenas tres semanas, los continuos controles se saldaron con varios bares clausurados y otras tantas terrazas precintadas.

Recuperada la normalidad, muchos sevillanos, comienzan sus noches en algunos de los locales situados en el Paseo de las Delicias, junto al Parque de María Luisa. Bilindo, Alfonso y Líbano son los más concurridos. Los clientes, de entre 25 y 35 años, acuden a estos establecimientos para tomar una copa en un ambiente tranquilo en el que se charla más que se baila. La consumición ronda las 700 pesetas, el precio estándar de las copas que se sirven en la noche sevillana. Otras de las alternativas de esta zona son La Raza, Casino y Chile, uno de los locales que más sufre los efectos de los botellones, otra de las opciones habituales para iniciar la noche, sobre todo entre los más jóvenes.

"Yo no me puedo gastar 1.000 duros entre copas y taxi", se justifica Amparo, que, con su grupo de amigos, suele instalar su botellón junto al Muelle de la Sal, alrededor de las dos terrazas más de moda de la zona: La Otra Orilla y Latino.

En la calle Torneo se dan cita también muchos amantes del botellón, que después continúan la fiesta en terrazas como Cambio de Aguja o Coliseum. Para lograr un ambiente selecto, porteros enormes y enchaquetados se encargan de seleccinar a los clientes. Esta práctica alcanza su máxima expresión en Antique, la terraza estrella del verano, cuyo propietario se jacta de que "de cada 10 que hacen cola, entran dos".

Del centro a la playaCuando los termómetros se disparan, el bullicio del casco histórico de Almería se traslada a la costa. Uno de los destinos preferidos es el puerto deportivo de Aguadulce.

El botellón, es el rey. Mientras en el interior de los locales de moda aún existe espacio para respirar, cientos de jóvenes se afanan en apurar litros de alcohol en copas de plástico. Apostados en la explanada de acceso a los garitos, se entregan al botellón como paso previo a la copa que después perdirán en la barra de alguno de los locales.

"Una noche de marcha, las 1.000 pesetas de gastos no te las quita nadie", explica Jorge, un chaval de 18 años que preferiría saltarse la juerga en la calle y pasar directamente a disfrutar de la noche en un bar. Con lo que no cuenta es con los porteros, que le impiden el paso por no tener 20 años o por llevar zapatillas de deporte.

Información elaborada por Alejandro Luque, Francisco José Román, Arantza Coullaut, Meme del Río, Jesús Arias, Luis E. Siles, Reyes Rincón y Ana Torregrosa. Fotografía, José Manuel Vidal, Jaro Muñoz, Logan, Rafael Marchante, Encarni Marín y José Braza.

Alternativas en Sanlúcar

Sanlúcar de Barrameda se sumó este fin de semana a las iniciativas municipales que buscan ofrecer a los jóvenes ocio alternativo a la movida. El programa que puso en marcha el Ayuntamiento gaditano el viernes para hacer frente al tradicional botellón juvenil se centra en una amplia gama de actividades culturales y deportivas dirigida a residentes y veraneantes.La Policía Local aseguró que cientos de jóvenes participaron en las distintas actividades programadas en un proyecto que ha sido diseñado para los fines de semana de agosto por el Ayuntamiento en colaboración con la Junta de Andalucía, el Centro Provincial de Drogodependencias, Inturjoven, y la empresa de Transportes Urbanos de Sanlucar, Tussa.

Los organizadores habilitaron tres escenarios para el desarrollo de las actividades. El polideportivo municipal albergó hasta las 3 de la madrugada del sábado diversos talleres manuales, juegos de ajedrez, aeróbic, bailes de salón y un equipo de karaoke. En los jardines de las Piletas, una zona de descanso del municipio, se organizaron técnicas de tiro con arcos y otro tipo de modalidades deportivas, además de conciertos. La playa, con dos emplazamientos ubicados en Bajo de Guía y Las Piletas, estuvieron equipadas con instalaciones deportivas fijas de voley, fútbol, balonmano o tenis de mesa.

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